La secretaria de Economía del Gobierno Federal, Tatiana Clouthier, le dejó ver a la gobernadora Maru Campos, que su visita a Chihuahua fue un compromiso con los titulares de las cámaras mineras de todo el país, así como de Estados Unidos, Canadá, China y Australia, y no con ella ni su gobierno panista.
Como mero mandato presidencial, Tatiana Clouthier, lanzó un discurso totalmente centralista, y en donde fue reiterativa en aventar pedradas en el sentido de que apoyarán las inversiones, siempre y cuando estén apegadas a la ley, y para cerrar con broche de oro, cuando se le cuestionó sobre la relación con el gobierno de Texas, la funcionaria federal, se limitó a decir que están trabajando, pero que no necesita andarse tomando fotos para que la gente sepa que sí lo están haciendo.
Esto último lo dijo haciendo referencia de Maru Campos y Samuel García, quienes anunciaron con bombo y platillo las reuniones que sostuvieron con Greg Abbott; es decir, Tatiana minimizó los trabajos que Maru tanto ha ensalsado, y así le hizo ver que la cordialidad entre ambas, fue porque López Obrador se lo pidió, y no porque le nazca.
Por cierto, la guerrita de discursos estuvo buena, porque entre flor y flor, las políticas no dejaban de aventarse las cubetadas de agua, y doña Maru no perdió la oportunidad para echarle a la centralización de los recursos y a las trabas e incertidumbres para las inversiones extranjeras.
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En ese evento también ocurrió algo peculiar y desagradable, pues resulta que el señor Gabriel Zendejas Palacios, presidente de la Asociación de Ingenieros en Minas, Geólogos y Metalurgistas, Distrito Chihuahua, no se aguantó las ganas de tener su minuto de fama, e irrumpió cual vil borracho a la atención a medios que brindaba la gobernadora Maru Campos.
Adjudicándose atribuciones que no le corresponden, el señor, con mal porte, desfajado y todo sudado, se le coló a los escoltas de la gobernadora, y con una confianza que da vergüenza, abrazó por el hombro a Maru Campos, y le quitó la palabra para dirigirse a los reporteros, aún y cuando a él nadie le estaba preguntando nada.
Esto provocó el enfado de la mandataria, quien optó por cortar la entrevista y un poco apenada por la situación, pidió a los reporteros que hablaran otro día, y se retiró del lugar; como siempre, la descordinadora de Comunicación Social, Adriana Ruíz, andaba ocupada en otros menesteres y brilló por su ausencia, pues cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde.
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Por andar ocultando la información, andarse escondiendo y no dar la cara, el fiscal general del Estado, Roberto Fierro Duarte, tuvo que desmentir al secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya, sobre la verdadera cifra de muertes en la balacera de las carreras clandestinas de El Sauz.
Resulta que Gilberto Loya, se hizo bolas con los números, y en lugar de anunciar que eran siete las víctimas mortales de la balacera, dijo que fueron 11; la noticia se presentó a nivel nacional, asegurando que “masacran a 11 en carril clandestino de Chihuahua”, aunque la cifra oficial sea de siete.
Pues bien, esto pone en evidencia la pésima comunicación que hay entre la FGE y la SSPE, la cual se agrava con la actitud irracional de sigilo, del fiscal Fierro Duarte, pues no es la primera vez que su silencio, provoca que se malinforme a los ciudadanos.
Por cierto, son varios los testigos que afirman, que fueron siete los muertos de manera oficial, pero que en vehículos particulares, ambos bandos se llevaron a algunos de sus propios muertitos.
