Esto se hace con las vacunas COVID que no fueron aplicadas o caducaron

Foto: AP

A medida que la demanda de vacunas contra el COVID-19 cae en muchas áreas de Estados Unidos, los estados se esfuerzan por usar las dosis almacenadas antes de que caduquen y se sumen a millones que ya han ido a parar a la basura.

Desde algunos de los estados con menos personas vacunadas, como Indiana y Dakota del Norte, hasta algunos de los estados con más residentes vacunados, como Nueva Jersey y Vermont, los departamentos de Salud Pública están buscando proveedores que puedan utilizarlas.

Los departamentos de salud estatales dijeron que han rastreado millones de dosis que se desecharon, incluidas las que expiraron, estaban en un frasco de dosis múltiples que no se pudo usar por completo o tuvo que acabar en la basura por algún otro motivo, como problemas de temperatura o envases rotos.

Casi 1.5 millones de dosis en Michigan, 1.45 millones en Carolina del Norte, un millón en Illinois y casi 725 mil en Washington no se pudieron emplear.

El porcentaje de dosis desperdiciadas en California es únicamente del 1.8 por ciento, pero en un estado que ha recibido 84 millones de dosis y ha administrado más de 71 millones, eso equivale a aproximadamente 1.4 millones de vacunas.

El problema no es exclusivo de Estados Unidos. Más de un millón de vacunas de la marca rusa Sputnik caducaron esta semana en Guatemala porque nadie quería vacunarse.

Los expertos dicen que tirar dosis es inevitable en cualquier campaña de vacunación debido a la dificultad de alinear la oferta y la demanda de un producto con una vida útil limitada, pero el coronavirus ha matado a casi 6 millones de personas y ha destrozado las economías de todo el mundo, por lo que cada dosis que se desperdicia se siente como una oportunidad perdida.

Además, muchas naciones pobres todavía tienen bajas tasas de vacunación, incluidos 13 países de África con menos del 5 por ciento de su población completamente vacunada.

Con información de El Financiero