¿Cuál es el último sentido que perdemos al morir?

Foto: El Imparcial

De acuerdo con una investigación realizada por expertos de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, cuando morimos vamos perdiendo los sentidos poco a poco, sin embargo hay uno que nos acompaña hasta el último momento, este es la audición.

Los investigadores aseguran que el oído es el último sentido que perdemos al morir, por lo que durante el proceso, el ruido que hay alrededor es lo que nos acompaña hasta el fin.

Tal estudio fue dirigido por Elizabeth Blundon en el St. Johns Hospice de Vancouver, donde por medio de una electroencefalografía (EEG) se midió la actividad eléctrica del cerebro, recopilando una gran cantidad de datos sobre el comportamiento cerebral de pacientes que estaban pasando por diferentes situaciones.

El oído, el último sentido que muere

Al observar los resultados, publicados en la revista científica Scientific Reports, se confirmó la creencia de los médicos y enfermeras sobre que la audición es el último sentido que perdemos al morir.

En los informes de experiencias cercanas a la muerte (ECM), existe un elemento común que era escuchar ruidos inusuales. No obstante, estos informes son difíciles de interpretar, debido a que la incidencia de ECM es muy baja”, explicaron los investigadores.

Debido a los datos sobre la actividad eléctrica del cerebro, los científicos pudieron demostrar que una persona que se encuentra en estado crítico puede continuar escuchando lo que pasa a su alrededor.

A su vez, se llegó a esta conclusión gracias a la colaboración de personas sanas, pacientes terminales que estaban conscientes y de pacientes durante sus últimos momentos de vida.

Audición funcionaba como con personas saludables

Otro de los datos obtenidos durante el estudio, fue que en algunos casos los pacientes que estaban a punto de morir respondían de forma similar a como lo hacían personas jóvenes y saludables, por lo que se supuso que esas personas eran capaces de entender lo que se les decía.

Finalmente, los resultados podrían animar y ayudar a las personas que viven los últimos minutos de sus amigos o familiares, pues aunque no está demostrado que entiendan nuestras palabras, existe la posibilidad de que comprendan lo que les decimos para despedirnos.

Con información de El Imparcial