Cuídese de las ofertas falsas, abundan en época navideña

Cortesía / FGE

Noviembre y diciembre son meses en donde los hogares mexicanos gastan más, pues es el arranque de las principales promociones del año como el Buen Fin, las ventas nocturnas, y muchas otras, en donde las ofertas suelen ser más atractivas si la compra se realiza en línea.

Así como ha aumentado el número de internautas que recurren al e-commerce para adquirir diferentes artículos y servicios, también se han incrementado las estafas y fraudes por Internet para robar información financiera de los usuarios

Cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) revelan que entre enero y mayo de este año las reclamaciones por fraude cibernético ascendieron a 9,636, mientras que en el mismo periodo del 2020 fueron 5,367; lo que representó un aumento de casi 80 por ciento.

Al ser una temporada de muchas compras, los criminales aprovechan la fiebre de los descuentos y promociones para defraudar y robar a los consumidores. Durante estas épocas, lo mejor es estar alerta y poner atención a algunos focos rojos para evitar ser víctimas de esta clase de fraudes.

Para Ignacio Nart, director de Marketplace del sitio Mercado Libre, en esta temporada del año puede ser común encontrar ofertas atractivas pero a la vez hay algunas que pueden resultar engañosas, por lo que se debe tener el doble de cuidado al comprar por Internet.

En una fecha con una alta demanda de diversos productos, el directivo recomendó revisar con anticipación lo que se quiere comprar para corroborar que el precio ha bajado y así identificar cuándo es una oferta que realmente valga la pena.

Focos rojos

A decir de los especialistas, existen algunos focos rojos que pueden alertar a los usuarios sobre posibles compras fraudulentas.

Manuel García, country manager de Tiendeo.mx, explicó que uno de los modus operandi de los criminales es copiar la página principal del establecimiento en cuestión para suplantar su identidad y pedir sus datos bancarios.

Por lo anterior, recomendó que si el portal abre otra ventana o le pide información de su tarjeta, lo mejor será desistir de cualquier tipo de compra. “Muchos criminales copian las fachadas o la página principal de la plataforma y a través de una URL externa piden datos bancarios”, alertó.

Otro foco rojo que ayuda a sospechar que es una oferta falsa es si los precios están muy por debajo de los que aparecen en tiendas. Si por ejemplo, busca una consola de videojuego cuyo precio ronda 6,000 pesos y observa una oferta en línea en 1,000 muy probablemente se trate de una oferta falsa.

Lo mejor es desconfiar de aquellas que parecen muy buenas para ser reales, así se evitan sorpresas no deseadas”, aseguró el director de Mercado Libre.

Ambos directivos coincidieron que lo mejor y lo primero antes de cualquier compra, es verificar si es el establecimiento o tienda de interés se trata de una plataforma segura, verificada y oficial.

Esto se puede corroborar al revisar que la página cuenta con un candado de seguridad en la barra de dirección, que es un sello digital que tienen las plataformas que garantizan transacciones seguras.

Si aún así se encuentra dudoso ante cualquier oferta que vea online, lo mejor es comunicarse a través de la línea de atención a clientes para preguntar si la promoción es real o confirmar que es un fraude.

Cuidado con mails y redes sociales

Otro gancho de estos delincuentes son las redes sociales, en donde se pueden publicar descuentos falsos o no del todo ciertas. El ejecutivo de Tiendeno.mx señaló que no es buena idea hacer una compra usando el link que se postee en redes sociales, por lo que nuevamente recalcó ir directamente a la página del establecimiento a verificar si realmente existe.

En caso de que le lleguen ofertas por correo electrónico, el ejecutivo recomendó indagar el mail de dónde proviene.

“Si por ejemplo le llega un correo de Amazon pero termina con Gmail, Yahoo o Hotmail, es evidentemente es un correo falso y mejor eliminarlo”, advirtió.

Con información de Montserrat Galván | El Economista