Los niños berrinchudos de Morena, vuelven a echarse tierra en las redes sociales; se trata del virrey Juan Carlos Loera y del alcalde fronterizo Cruz Pérez Cuéllar, quienes ahora se pelean por ver quien tiene más cercanía al poder.
El chilito lo traen desde la precampaña por la candidatura a la gubernatura, que de todas maneras iban a perder, y ahora el pleito revivió porque Pérez Cuéllar publicó una foto junto a la gobernadora Maru Campos, con un mensaje adjunto haciendo referencia a que, entre la alcaldía de Juárez y la gobernadora, harán un buen equipo para trabajar por los juarenses.
Simultáneamente, Loera de la Rosa publicó una foto junto al presidente López Obrador, asegurando que sigue fiel al proyecto de la Transformación de Cuarta, pero haciendo énfasis en que no tiene que quedar bien con los de enfrente, es decir, con los panistas, haciendo alusión al mensaje de Cruz entorno al apoyo de Maru Campos.
Estos personajes, si bien, han tomado popularidad dentro del partido guinda, son los más polémicos, chiples y berrinchudos, y seguramente tarde o temprano se van a romper las medias, pues es obvio que ni uno ni el otro se soportan.
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Los diputados de Morena, insisten en que sería una muy mala jugada que sus homólogos del PAN aprueben el paquete económico que propuso la gobernadora Maru Campos, en donde muy astuta y mañosamente, al verse con dificultades o indispuestos para recortar el gasto corriente, decidieron aumentar los ingresos, clavándole el colmillo a los ciudadanos.
La polémica está justo en el incremento al ISN, que en teoría deberían pagar los patrones, pero que ya sabemos que se lo sacan a los empleados; en el tema del replaqueo, y en la adquisición de más deuda pública.
Aunque en parte Morena tiene razón en cuestionar esos mecanismos recaudatorios y de financiamiento bancario, ¿con qué cara piden al PAN ceder y aceptar modificaciones? Pues cuando se les pidió a los diputados federales de ese partido, que voltearan a ver a los gobiernos locales a la hora de aprobar el presupuesto federal, todos como borregos, levantaron la mano sin darle cabida a ninguna reserva, y la propuesta de AMLO se fue como cuchillo caliente en una barra de mantequilla.
Lo único que es cierto, es que, tanto en el PEF como en la Ley Estatal de Ingresos, son los ciudadanos los que pagan los platos rotos.
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Los regidores de todos los partidos, le reconocieron a Marco Bonilla su disposición por el trabajo en pro de las personas con discapacidad, y aunque los esfuerzos vienen arrastrándose desde administraciones municipales anteriores, a él le toca recibir los créditos.
Bien lo merece, pues dentro de su programa de gobierno municipal, ha centrado los ojos en este sector social que tanto lo necesita y lo merece, sin embargo, no podemos cantar victoria, pues aún hay mucho por hacer y la atención se desvío a otros temas como el del Relleno Sanitario y la Universidad Policial.
Ojalá y el próximo año se vean reflejadas las intenciones, y no vaya ser que las promesas al aire se conviertan en reclamos y arrepentimientos por el reconocimiento prematuro a Marco Bonilla, porque eso también sería un bache en su futuro político, que pinta para bien, pero que también lo obliga a no cometer errores.
