*Nueva etapa del IEE *Sus días contados *Se hizo agua el Impuesto Universitario

El premio de consolación se lo llevó Víctor Yuri Zapata, y es que en la convocatoria por la presidencia del IEE, al principio la ganó sobrado Zapata Leos, pero fue revocado por los lloriqueos de Erika Torres, a quien el INE ratificó en tres ocasiones como una persona NO apta para ocupar el cargo y sin más, la reprobó en sus dos intentos por la presidencia y uno por la consejería regular.

En esta ocasión, Víctor Yuri Zapata no tuvo opción más que aceptar el de consolación, porque nadie le hace el feo a cien mil pesitos mensuales y menos para darle gusto a las feminazis, pues su revocación se debió al tema de paridad, aún y cuando la convocatoria ya estaba emitida.

Tras una nueva convocatoria y todo lo que conlleva el proceso, el INE designó a Yanko Durán como la nueva consejera presidente del IEE en Chihuahua, y para compensar la canallada, le dieron a Yuri Zapata una de las consejerías vacantes; las otras dos fueron para Lalo Gutiérrez y Ricardo Centeno.

Con esto inicia la nueva etapa del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, y dicen al interior del ople, que Yanko tendrá que llenar unos zapatos muy grandes, pues difícilmente alguien podrá igualar la chamba del ingeniero Arturo Meráz, o por lo menos el trabajo que hizo Cata Espino, quien supo tomar las riendas y sacar avante el proceso electoral, con un consejero menos.

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El rector Luis Fierro está que tiembla, pues ya no tiene a su protector Javier Corral, y poco a poco comienzan a sacarle todas las irregularidades que pasaron y siguen pasando por la máxima casa de estudios, algunas ordenadas por él mismo y otras frente a sus ojos.

Omar Bazán, es uno de los primeros en lanzar la piedra, y le ha pedido a la Auditoría Superior del Estado, que le busque a Luis Fierro hasta por debajo de las naguas, ya que el muy sin vergüenza, se ha embolsado millones los últimos años y mantiene la UACH en un severo abandono, haciendo obras de relumbrón para taparle el ojo al macho.

Sin contar a los aviadores que cobran buenos cheques en la UACH que puso para pagar favores del pasado.

Para desviar la atención, se le ocurrió la gran estupidez de cambiar el modelo académico, es decir, desde su pobre perspectiva, el problema de la universidad no es la falta de maestros, las altísimas colegiaturas que son de las más caras del país, tampoco es culpa de los ridículos planes de estudio, la falta de incentivos a la investigación, a los deportistas, a las especializaciones, mucho menos el culpa del maltrato a los docentes ni de las corruptelas en las direcciones; el rector simplemente cambió el modelo académico como si eso fuera el problema.

Eliminando las facultades no conseguirá nada, pero sí afectará a los egresos, pues no es lo mismo graduarse de una facultad a egresar de un instituto, pues bien puede ser el instituto de estilismo, de uñas, de acuarelas o de cualquier cosa que nos ocurra sobre un instituto.

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Siguiendo con la UACH, pero ahora recordando a Javier Corral, pues resulta que se gastó toda la lana del Impuesto Universitario, ese que nos cobran a todos en lo que a Vialidad se refiere, multas, revalidaciones, licencias, etc.

Ya lo puso en evidencia Maru Campos, pues aunque la UACH se le debe millones de pesos a Pensiones Civiles del Estado, por los malos manejos del rector, ahora se atrevió a cobrarle al Gobierno del Estado lo del impuesto, pero ya salió a la luz que Corral se los gastó en “pitos y flautas”.

Todo esto lo recienten los alumnos, pues se les quiere cobrar por todo y no les ponen ni papel en el baño, pero qué tal la oficina del rector, nomás le falta un yacusi, y pues la grilla que no puede faltar.

Seguramente esto va a tener consecuencias penales para todos los que se atrevieron a firmar documentos sólo porque ordenaba el jefe; la UACH se le debe a PCE, pero le cobra al Estado, y por consiguiente se evidencian los fraudes del ex gobernador y del actual rector, mientras Chihuahua sigue con una de las peores universidades del país en aprovechamiento y desempeño académico.