“Eres un bocón”, así arremetió el diputado Omar Bazán contra Javier Corral, luego de que este último rechazara que la oficina de representación del gobierno del estado de Chihuahua en la Ciudad de México, haya sido rentada a un amigo del hoy ex gobernador.
Y aunque al priista le hace falta un curso de ortografía, su mensaje mal escrito iba cargado de verdades, pues le señaló a Javier Corral que nunca supo lo que era gobernar y lo calificó como frívolo, ignorante e incapaz.
No sólo Bazán se ha ido con todo contra el inepto de Corral, pues tan sólo un día después de que abandonara el Palacio de Gobierno, varios sintieron que se quitaban una carga de encima y se desahogaron, lo que resalta es que la mayoría fueron panistas, quienes esperaron a que dejara de ser gobernador, para hacerle llegar sus verdades y algunos otros mensajes un tanto exagerados.
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Hablando de los panistas, el sábado pasado fue el registro de Gabriel Díaz Negrete, quien será el próximo dirigente estatal del PAN, una vez que Rocío Reza deje vacante ese puesto el próximo 24 de octubre.
Díaz Negrete, programó un evento covid en las instalaciones del PAN estatal, en donde anunció su registro y el de su planilla, y con bombo y platillo aseguró que buscaría el voto por todo el estado… bonita manera de gastar dinero, pues desde antes todos sabíamos que iba a ser el único en presentar su registro y por lo tanto el 24 de octubre será el ganador de unanimidad.
Aunque “El Gabo” Díaz es buena gente, su era de agachón frente al PAN comienza mal, pues le hizo la mala jugada a algunos de sus compas y compañeros a los que consideró que aunque le demostraron su apoyo, no merecían participar en su registro, como fue el caso de Jorge Puentes, a quien le mandó decir que no habría evento por la pandemia y que sólo sería transmitido por Facebook; vaya manera de desafanarlo.
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Siguiendo con los procesos de renovación al interior de los partidos, Alejandro Domínguez ya está cansado que lo estén molestando con el tema de la dirigencia estatal del PRI, y es que la jodetería de Ariel Fernández, Kenya Durán y de Hiram Hernández, no dejan de hacer ruido y moverle las aguas al dirigente interino.
Aunque en varias ocasiones se ha dicho que por lo menos este año ya no habrá nueva presidencia estatal del PRI, Omar Bazán insiste en presionar a Ariel y a Kenya para que batan los ánimos entre la militancia tricolor, pero seguramente nomás conseguirá debilitar a sus gallos cuando se llegue el día de la renovación.
Por cierto, Bazán, le apuesta a varias cartas y tarde o temprano le va a quedar mal a algunos y quienes hoy son sus discípulos, luego podrán convertirse en sus enemigos o peor aún, en sus Judas más cercanos.
