Era cuestión de tiempo para que quienes secundaban a Javier Corral, comenzarán a doblar las manos y comenzar a bajarle dos rayitas a sus ataques contra Maru Campos; comenzamos con la Fiscalía Anticorrupción, quienes ya le pidieron al Poder Judicial que retiré la denuncia en contra de la gobernadora electa.
Claro, le achacan la acción a un juez de control, pero este sólo determinó que el Ministerio Público no junto las pruebas suficientes, lo que se ha venido repitiendo en los últimos meses, con todas las inconsistencia tanto de Javier Corral, como del resto de los involucrados, ah! pero el Gobernador les decía en campaña a todos SUS candidatos que apoyó -El Caballo, Loera, Madero etc.-; “de esa me encargo yo, me la voy a chingar”….y mira en qué resultó.
Gema Guadalupe Chávez, la fiscal Anticorrupción, salió con la cola entre las patas a decir que se retiraba la acusación, claro, nadie quiere estar ahorita ni en los zapatos de Javier Corral, ni junto a él -te hablan Peniche- , pues ha sido marcado por el demonio.
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Hablando del demonio, el ex gobernador César Duarte, se empoderó a tan sólo unos días de la protesta de Maru Campos como gobernadora, lo que no es una buena señal para la política ni para los chihuahuenses, pues esto daría a entender que Duarte va para afuera y cabe la posibilidad de que quiera reclamar lo que según él le pertenece, es decir, lo que dicen que se robó.
Con la carta que escribió con su puño y letra y en donde le advierte a Javier Corral que la tortilla está por voltearse, Duarte fue claro en vaticinar su salida del bote, no tanto por su inocencia sino por la deficiencia con que el Gobierno del Estado llevo todo el proceso.
Ahora hasta Jorge Espinoza, el consejero jurídico del estado, ya se resignó a que Duarte no llegará a Chihuahua, por lo menos no en “modo” extradición.
Lo que sí llama la atención, es por qué se envalentonó ahora que prácticamente Maru Campos es la gobernadora; lo que es cierto es que los ciudadanos queremos que dé la cara y que las explicaciones no sólo se las dé a sus abogados, sino que enfrente como hombrecito la justicia.
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El informe de Manque Granados resultó justo como todos lo esperábamos, sin contratiempos, sin sorpresas y sin desplantes; Manque agradeció a Maru por la oportunidad de suplirla en tan importante puesto y le echó porras a Marco Bonilla.
Se presumió lo que se tenía que presumir; las finanzas transparentes, cero deuda, la mejor policía del país -cómo estarán las demás-, y hasta elogios de los empleados municipales.
Ahora viene lo bueno, pues entre estas dos mujeres empoderadas, le están dejando la vara muy alta a Marco Bonilla, y no por nada, el alcalde electo tuvo que negociarle varios perfiles a Maru Campos, a quien le pidió que le dejara funcionarios para que no lo dejen morir en esta nueva administración.
Dicen que Bonilla le rogó para que le prestara a Amanda Córdova, la tesorera que logró cuidar el dinero municipal como si fuera de ella misma, por eso Marco Bonilla la puso primero en la lista de indispensables.
También agarró a “viejos lobos de mar”, como Juan Antonio González Villaseñor, su coordinador de campaña que hace un año salió del IMPE y hoy volverá a tomar las riendas de ese instituto.
