El tema de boga es el de poner escoltas durante los próximo cinco años al gobernador Javier Corral; al secretario general de gobierno, Luis Fernando Mesta; al fiscal general, César Peniche y al secretario de Seguridad Pública, Emilio García Ruíz, lo que a todas luces pareciera entre normal por la naturaleza de la iniciativa y exagerado por la temporalidad.
El problema está en que Javier Corral, al inicio de su mandato, lo primer que hizo fue ordenar que se le quitaran los escoltas a los ex funcionarios, haciendo hincapié en la figura del Ejecutivo, es decir, desde su perspectiva, ninguna de esas figuras, mucho menos el gobernador, requería escoltas, pues aseguraba que quien bien trabajó, nada debe de temer.
A cinco años de su arbitrario pensar, pide, exige, implora, y casi llora por todo lo contrario, pues a pesar de no haber hecho nada por la entidad, ahora sí siente que merece todo, sobre todo protección; ojalá y el Congreso del Estado se los conceda, pero que le quedé claro que él estaba equivocado.
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Si pensábamos que el ajetreo de las elecciones había terminado gracias al cielo, pues no, y no me refiero a la ridícula encuesta del presidente López Obrador, sino a la tontería que surgió de la reforma electoral para el Estado de Chihuahua del 2020, y es que resulta que las presidencias seccionales, ya no serán nombradas por los Cabildos.
La nueva Ley Electoral, especifica que el proceso de elección de los presidentes seccionales en todo el estado, estará a cargo del Instituto Estatal Electoral, es decir, en noviembre nos esperan nuevos comicios…bonitas chingaderas.
Si bien estos no son tan relevantes como una elección de gobernador, diputados, alcaldes o síndicos, esto sí viene a generar un súper gastos millonario al Instituto Estatal Electoral, y aunque ellos aseguran que están totalmente preparados, a tan sólo 3 meses de que deban iniciar con el proceso, aún siquiera tienen definidos los lineamientos…
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Hablando de la elección de los seccionales, con esto le asestan un duro golpe al PRI, pues en los más de 50 municipios donde existe esta figura, eran ellos los ganones, lo que se traducía en votos para las constitucionales del tricolor, pues no por nada lograron 26 alcaldías y 30 sindicaturas.
A nadie le extrañó cuando el PRI comenzó a hacer migas con el PAN, que su carta fuerte fueran las presidencias seccionales, lo que tiene toda la lógica del mundo; con este cambio ahora las planillas las podrá presentar cualquier partido y con esto el PRI seguramente será traicionado por el PAN y Marco Bonilla, para la elección de los cinco seccionales de la ciudad de Chihuahua.
Por si nos faltaba otro punto excitante de tan polémico tema, el Congreso del Estado le había retirado al IEE más de 22 millones de pesos que incluyeron en su presupuesto de egresos para dicha elección aprobada desde 2020, pues ahora el Congreso no tiene ni como pagar la nómina y tendrá que refaccionar al IEE para antes de cerrar el año, se pueda realizar dicho ejercicio democrático.
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Se ha repetido en esta columna que vienen los cambios en la Delegación de Bienestar, aunque son varios suspirantes a ocupar el lugar de Bertha Alcalde, que cabe señalar; “pasó de noche” su actuar en la dependencia, pero pues a ella no le interesa Chihuahua para crecer políticamente.
Así que, se espera que quienes lleguen, hagan cambios en aquellas subdelegaciones que no han funcionado como deberían y, que se convirtieron en dolor de cabeza de la delegada. Y para muestra, basta un botón, ahí se encuentra la pésima imagen de Fernando Duarte, subdelegado de Bienestar en Parral, donde además de tener en sus espaldas, según comentan los propios Servidores de la Nación de la capital del mundo, una denuncia ante la Fiscalía por desvío de recursos y, aseguran, otras cuatro pero por acoso laboral y dicen que de otro tipo más grave, contra las trabajadoras de la subdelegación.
Incluso la militancia de Morena se pregunta qué sostiene en el cargo a Luis Fernando Duarte, pues hay que recordar que el pasado once de julio, la propia chairiza se manifestó en tierras parralenses para exigir su salida inmediata de Bienestar. Vaya, hasta le gritaron “Duarte gandalla, ya quiero que te vayas” y sacaron pancartas mostrando su desprecio por el subdelegado.
Además, ahí están los resultados de un novato ya no tan jovencito como Marcelino Gómez Brenes, quien puso a gente cercana a cargo de responsabilidades que desconocían, sin experiencia en el servicio público, como es el caso de una jovencita de nombre Fernanda Barrón, quien ocupa la coordinación de Jóvenes Construyendo el Futuro desde enero del presente año y, donde se ha destacado por no presentar resultados. La duda es si quien ocupe la titularidad de la delegación ¿hará los cambios necesarios, o seguirán valiendo madre?
