Para los docentes de la Sección 42, el líder magisterial Ever Avitia deja como legado…a maestros sin pago, sin base, sin esquema, sin escalafón, sin clave L, sin horas de telesecundaria, sin becas comisión, sin servicio médico, sin, sin, sin…
Como el Rey Midas, pero en versión contraria, Ever Avitia convirtió en cobre el oro magisterial.
Y para mala suerte del Magisterio, el periodo del dirigente del SNTE de la Sección 42, se ha extendido más de lo que debería ser, con un gremio desatendido por su dirigencia, con un comité con grupos y subgrupos, con excesos visibles por parte de unos cuantos integrantes del CES, con dobles caras políticas, con riquezas acumuladas, con simulación y en una desatención absoluta al trabajo que le corresponde estatutariamente.
Este singular dirigente trabaja ya con la conformación de una planilla “de unidad” que garantice continuidad a sus intenciones.
Se sabe que gente cercana a Avitia, hace llamadas telefónicas a maestros con reconocimiento laboral para hacerles la invitación a formar parte del equipo, aquí la pregunta sería, ¿si es equipo institucional por qué llamar y desacreditar a otros compañeros? Hoy es claro el panorama, el magisterio tiene una clara idea de quién es quién por sus acciones.
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Pues resulta que Genaro Vázquez Soto, el coordinador del programa de becas Benito Juárez, a quien conocen en la delegación por su misoginia y mal carácter, trae un negocio muy bueno, pues según saben los trabajadores de la delegación, que junto con la jefa de recursos financieros, hacen chanchullos con los viáticos de los trabajadores.
Algo como lo que solían hacer en sus buenos tiempos priístas como Pedro Domínguez o Pepe de la Madrid, hacer operativos fantasmas, es decir, hacer viáticos de una semana a quince días con diez personas pero enviando nomás a dos…Lo demás, véngase pa acá, a los bolsillos de Vázquez Soto y su pareja sentimental, la jefa del Departamento Operativo, Alejandra Acuña.
Se habla incluso de viajes supuestamente de trabajo a la sierra con viáticos de hasta 40 mil pesitos. Multiplique usted querido lector, eso por diez y ya se imaginará cuánto se embolsa el coordinadorcito que puso ahí Juan Carlos Loera. Por eso en chairolandia afirman que la Delegación de Bienestar era la caja chica de Loera and friends -Pedro Torres, Genaro Vázquez, Víctor Orozco-.
Lo interesante sería saber más de una investigación que trae en manos el Órgano Interno de Bienestar por un muchachito viaticado con 40 mil morlacos, que se suponía debía regresar a manos del coordinadorcito Vázquez Soto, pero que resulta que, nada tonto el niño, se peló vaya usted a saber a dónde y por instrucción de quién con el dinero, dejando a Genaro y su morra sin dinero.
¿Él o la delegada que llegue a Bienestar en Chihuahua seguirá tapando tanto robo o saldrá patitas a la calle Genarito Vázquez?
Dicen que si llega Deidré Bazán a la delegación, se hará de la vista gorda porque repetirá lo mismo que hizo cuando fue jefa de Aduanas: desviar recursos, la especialidad de la casa del grupo loerista.
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Mientras que el presidente López Obrador y los “morenos” en general hacen alarde de la mentada consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes, el consejero de Morena en Chihuahua, Hugo González, fue muy claro en asegurar que no es verdad, que la encuesta no es para ver si se someten o no a juicio, sino para presionar a la FGR -la cual dependen del Gobierno Federal-, para que actúe en contra de los ex mandatarios.
Definitivamente los morenistas han perdido el piso, pues a todas luces el ejercicio democrático que representa una consulta popular, está siendo mal utilizado con fines oscuros.
Ahora resulta que debemos preguntar a la gente si quieren que se haga valer la Constitución, la justicia y si quieren o no que se respeten las leyes y que los gobernantes cumplan con su deber, peor aún, le costará a los mexicanos 500 millones de pesos, los cuales pudieron haber gastado en comprar medicinas para niños con cáncer.
Algo similar pasó en el famoso “culiacanazo”, cuando al presidente no le importó la vida de los militares que murieron en el operativo, no le importó el gran esfuerzo que se hizo para detener a un líder criminal, mucho menos le importó el mensaje político que esto representaba; en lugar de consultar a los altos mandos y expertos en seguridad, sólo dio la orden de lo que a él se le ocurrió que era mejor, sin importar violentar arbitrariamente el estado de Derecho.
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Juan Carlos Loera, el divo de divos, el rockstar de la política local, simplemente metió la cabeza bajo la tierra y se ha desaparecido, lo que no sería problema para nadie porque finalmente no se caracteriza por ser alguien muy útil, pero que no se le olvide que es diputado federal y su obligación es atender sus responsabilidades, a sus representados y dar la cara.
Loera de la Rosa, ahora se convirtió en alguien imposible de localizar, y no sólo por la gente, sino por sus propios allegados, a quienes se les oculta y luego responde 2 o 3 días después con algún mensaje sin contenido.
Ojalá y este señor no logre su objetivo de presidir a Morena en el estado, porque una vez llegando a la bodega de la calle Morelos, seguramente las puertas se cierran y se acaba la apertura que hoy mantiene el profe Chaparro.
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Mientras Blaquita Gámez les pide, les ruega y les implora a sus compañeros diputados, que atiendan las reuniones de comisiones legislativas, los otros 32 flojonazos se la pasan a permisos y justificantes.
No es novedad que pasando las elecciones, ya nada les importa, mucho menos entregar un Congreso del Estado, con un rezago de caso mil 500 iniciativas sin atender, las cuales estamos seguros que nisiquiera leyeron.
Aunque varios de ellos repetirán como legisladores en septiembre, su deber es trabajar en los asuntos que le interesan a los chihuahuenses, muchos de ellos urgentes…no cabe duda que esta legislatura ha sido una de las más grises, sino es que la más.
