Miles de personas buscan distintas maneras para hacer feliz o mejorar las condiciones de vida de sus mascotas. Tal es el caso de Melanie Jackson, la dueña de un golden retriever, que perdió la vista y que su propietaria encontró la manera para ayudarle a readaptarse al mundo después de que le quitaron los ojos.
La vida de este golden retriever, llamado Tao, cambió cuando perdió los ojos debido a un glaucoma, una acumulación de líquido que le causó dolor y pérdida de la visión. En una entrevista con el sitio británico Somerset Live, su dueña Melanie Jackson contó cómo fue que controlaron este padecimiento y cómo afectó a su mascota.
“El glaucoma es la acumulación de líquido en el ojo; no tiene dónde drenar. Si puedes imaginar una migraña y multiplicarla por cien, ese era el dolor que sentía”, explicó. “Logramos mantener el glaucoma bajo control en el ojo restante con gotas durante 11 meses”, contó.
Sin embargo, durante los 11 meses que la vista restante de Tao comenzó a desvanecerse. El perro de 12 años perdió ambos ojos por el glaucoma en febrero de 2019. Para que pudiera adaptarse lentamente a perder este sentido, el perrito fue entrenado con comandos.
Desde entonces, su dueña Melanie Jackson decidió buscarle un pequeño compañero hasta que conoció al pequeño Oko, de ocho semanas de edad. Desde que se lo presentó a Tao, este cachorro de golden retriever se ha convertido en sus ojos y su ayudante para orientarse, indica Milenio.
A partir de que se conocieron, los dos perros golden retriever se han vuelto inseparables y su dueña Melanie Jackson les creó una cuenta en Instagram, donde se pueden ver sus aventuras. En un clip, que subió a la red social, se puede ver a Tao corriendo por un campo emocionado y luego aparece Oko, quien lo lleva de regreso a Melanie.
En otra publicación de Instagram, Melanie señaló que la confianza de Tao en el cachorro lo ha ayudado a aprender a lidiar con su pérdida de visión rápidamente.
Según el portal británico, Melanie Jackson se encuentra trabajando con el club para perros, The Kennel Club, quienes utilizaron el ADN de Tao para ayudar a identificar a otros perritos propensos a desarrollar un glaucoma.
Con información de El Imparcial