Irán.- En días recientes se dio a conocer que un hombre fue sentenciado a nueve años de cárcel en la República Islámica de Irán por decapitar a Romina Ashrafi, su hija de 14 años.
El llamado “crimen de honor”, que fue realizado con una guadaña, ha conmocionado al país de Oriente Medio debido a la levedad de la condena respecto a la naturaleza del delito.
En mayo de 2020 la adolescente se escapó con Bahman Jawri, un varón de 28 años. Por lo que la Policía inició su búsqueda y al encontrarla, la obligó a regresar con sus familiares. Posteriormente, el 21 de mayo fue asesinada.
La propia Romina solicitó ante los Jueces que denegarán la petición de su padre sobre regresar con él, ya que temía por su vida. No obstante, las autoridades no la escucharon.
Según Europa Press, luego del deceso se dio a conocer que el feminicida trató de que su cónyuge persuadiera a la menor de quitarse la vida por “manchar” el honor de la familia.
Rana Dashti, la madre de la víctima, manifestó su profundo desacuerdo por la sentencia en una entrevista con la Agencia de Noticias Iraní ILNA. “Ha causado miedo y pánico a mí y a mi familia”, detallando que apelará el fallo y que tras 15 años de matrimonio no planea seguir en el.
Respecto a su otro hijo, el único, indicó el diario inglés The Guardian, señaló que su vida corre peligro. Por su parte, Jawri, quien fue arrestado y permanecerá dos años en prisión, afirmó que los familiares de Romina le negaron contraer nupcias con ella, por pertenecer a los suníes. Quienes son un grupo musulmán mayoritario en la comunidad islámica global.
El joven declaró a los medios nacionales, que aún con la diferencia de edad entre ambos:
Ella me quería y se refugió conmigo porque su padre la pegaba todos los días, era un drogadicto. Me pidió que la salvara de las torturas diarias que sufría, casándome con ella”.
Finalmente, el hecho ahonda la controversia y cuestionamientos hacia el sistema judicial de Irán, que le otorga el derecho a los hombres de sancionar a mujeres y niñas si no acatan el código de honor, que es tácito.
Sin embargo, hasta la fecha, las reformas que pretender garantizar los derechos humanos de dichos sectores enfrentan la férrea resistencia del Consejo de Guardianes de la Revolución, por calificar a tales esfuerzos como “antiislámicos”.
Con información de Europa Press
