Así se ve hoy Edgar, de “La Caída de Edgar”

Ciudad de México.- Edgar se cae es un video de la plataforma YouTube que en el 2006, año de su publicación, logró convertirse en uno de los primeros fenómenos virales en internet. Aunque en esencia es una grabación sencilla – un niño que cruza un río a través de un tronco y, debido a la maldad de otro infante, cae al agua -, las risas e imitaciones que provocó llevaron a su protagonista a gozar de mucha fama en redes sociales.

El niño en cuestión, que en ese entonces tenía 11 años, es Edgar Martínez Esparza, quien hace unos años aprovechó su reconocimiento ante la grabación – que actualmente sobrepasa las 70 millones de visitas – para lanzar una cápsula donde relató cómo fue que llegó al río y qué sintió al caer, indica Milenio.

“Estábamos en un rancho con la familia, era un rancho en donde nacieron mis abuelos, era demasiada paz y tranquilidad y no teníamos nada que hacer; simplemente era comer. Estábamos aburridos y no sabíamos qué hacer. Había una cámara y dijimos: ‘¿Por qué no grabar una película de piratas?’ Y empieza que yo era la estrella de la película pirata, íbamos caminando por el río, con mi espada, el palo”, contó el actual estudiante de Comunicación.

Entonces, al atravesar el cauce, otro infante de mayor edad, Fernando, que ni siquiera era familiar de Edgar, sino un “amigo de un primo”, decidió comenzar a mover el tronco. “Voy pasando el río, recuerdo muy bien los pasos, y él empieza a decir ‘Te vas a caer'”.

“Yo estaba pensando ‘Es una simple broma’, cuando de repente tiro mi espada, empiezo a gritar ‘Ya güey’ y simplemente caigo”, agregó Edgar, quien, por ese momento, llegó a ser invitado a varios programas televisivos, por ejemplo Otro Rollo.

“El agua estaba llena de popo de vaca, llena de algas de río, estaba llena de puras cosas verdes, estaba vomitando. Se puede escuchar al fondo del video como empiezo con nauseas; imagínate cómo olía, estaba muy sucio, ni me aguantaba mi olor”, recordó.

La grabación viral provocó que Edgar, a sus 11 años, viviera cosas gratas, aunque también situaciones poco deseables: “Estaba asustado, la gente me perseguía en la escuela, iba a las plazas, la gente todo quería por una foto y yo tenía que correr. Llegó un momento desesperante porque estaba comiendo con mi familia y toda la gente pidiendo: ‘Ya güey’”.

“La gente solo me veía como el gordito que se cayó, no como quien era yo. Era algo que sí me afectaba, que sí me dolía. Pero sacaba las cosas positivas y decía: ‘Edgar, la gente se está riendo por ti'”, contó.

Con información de El Imparcial