Nuevo León es una de las entidades que más test del coronavirus hace a su población.
En medio de la crisis mundial por el Covid-19, Sonora y México enfrentan el desafío sin aplicar pruebas en todos los casos sospechosos, por diferencias en los modelos de vigilancia y la imposibilidad económica de acceder a más reactivos.
Esta estrategia va en una línea distinta a la de instituciones de salud, centros de investigación y países que han aplicado testeos masivos con buenos resultados para aplanar la curva, como Corea del Sur.
En marzo de este año, Tedros Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), instó a los gobiernos del mundo a realizar exámenes a la mayor parte de la población; en tanto la Universidad de Oxford considera que sin pruebas no se podrá detener la pandemia.
DIFERENTES CRITERIOS
Para México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López- Gatell, ha señalado que hay pruebas suficientes, pero que existen modelos de vigilancia epidemiológica más eficientes que la aplicación masiva de los test, como el llamado Centinela.
El modelo Centinela utiliza una metodología similar a las encuestas para estimar el sitio y cantidad de personas con posibilidades de contraer el virus.
Nuevo León y Jalisco han optado por su cuenta por las pruebas masivas. En el caso del primero, se anunció a principios de abril la aplicación de 50 mil testeos gratuitos, mientras que en Jalisco se informó que se realizarían al día hasta 500 exámenes PCR, consideradas de alta sensibilidad para detectar el virus.
El resto de los estados, como Sonora, han apostado a la estrategia #QuédateEnCasa, para evitar la propagación del virus y ante la falta de reactivos para aplicar pruebas en todos los casos sospechosos.
“Nos urge tener detección oportuna, pero no la tenemos”, reconoció el secretario de Salud estatal, Enrique Clausen Iberri, el pasado 20 de abril en San Luis Río Colorado.
Pero esta situación pone en estado de incertidumbre y riesgo de contagio a los posibles portadores del virus y sus familias, pues en algunos casos se confirma el diagnóstico después de la muerte.
Morir por Covid sin saberlo
Una madre de familia a quien le piden aislarse porque podría ser portadora del virus, pero no es candidata a una prueba. Otra que tiene problemas para respirar y le toman la muestra ese día. Otra mujer y otro hombre que no se conocen, pero mueren en las mismas circunstancias: Sin saber que estaban contagiados y que han infectado a sus familiares.
Estos cuatro casos tienen una característica común: Ocurrieron todos en Sonora, en cuatro municipios y en diferentes momentos desde que empezaron a registrarse casos de Covid-19 en la entidad.
En el Estado se han confirmado 392 casos positivos de la enfermedad. Para algunas personas el diagnóstico ha llegado a tiempo y se han recuperado sin problemas, pero otros fallecieron sin saber que eran portadores del virus y que podían contagiar a sus cercanos.
LA TORTURA DE “NO SABER”
Residente en Hermosillo, con 39 años y dos hijos pequeños, Claudia empezó a sentir malestares el 1 de abril: Una tos leve que se fue agudizando y que dos días después requirió una primera consulta médica.
El doctor de la empresa donde trabaja Claudia la diagnosticó con una alergia. Luego, otra médica particular le recetó un antibiótico. Pero los síntomas se agravaron con dolor de cabeza, fiebre, vómito, diarrea y pérdida de la voz.
Finalmente consultó en el IMSS, donde sólo le dijeron que por los síntomas podría estar contagiada de coronavirus, pero que no le harían la prueba porque no tenía enfermedades previas y había poco riesgo de complicarse.
Lo que sí fue complicado, explicó, fue vivir con el miedo de morir y dejar a sus hijos solos.
FAMILIA EN RIESGO
Alejandra, de 29 años y residente de Magdalena, no alcanzó a conocer el resultado de su muestra. De hecho, no se enteró de que era un caso sospechoso de Covid-19. Falleció en Nogales, dos días después de ser hospitalizada por una supuesta bronquitis.
Su mamá, que vivía en Arizona, viajó a Nogales cuando supo que su hija estaba grave. Ya no logró tener contacto con ella, pero estuvo en su casa sin saber que ahí podría contraer el virus.
NUNCA SUPO EL RESULTADO
Para Carlos, de 39 años y quien vivía en Guaymas, tampoco hubo tiempo de saber que los síntomas que tenía eran porque se había contagiado de coronavirus. Según una denuncia que hizo su cuñada en redes sociales, Carlos fue regresado a su casa las dos veces que acudió a consulta.
Era empleado de un negocio de venta de tenis y, de acuerdo con sus familiares, no dejó de laborar hasta que tuvo que ser hospitalizado. Carlos murió en la madrugada del 21 de abril, cuando era trasladado a Ciudad Obregón; ese mismo día le habían tomado la muestra para laboratorio.
“Ni siquiera les dio tiempo de que analizaran los resultados, porque le acaban de hacer la prueba hoy y porque hicimos presión, por eso. Eso es negligencia médica”, acusó Ana, la cuñada de Carlos.
La confirmación de Covid-19 como causa de muerte fue en la noche del 22 de abril. En esa ocasión también se informó que el fallecido no tenía antecedentes de comorbilidades que pudieran haber complicado su caso.
Días después, tanto la esposa como la cuñada de Carlos dieron a conocer que sus muestras habían resultado positivas.
Con información de El Imparcial.
