No hemos podido darle sepultura a mi papá por la pandemia: hijo de víctima de COVID-19

CIUDAD DE MÉXICO.- La pandemia del nuevo coronavirus te aleja de tus familiares desde que se contagian y probablemente no vuelvas a verlos, advierte Alonso Rodríguez Trujillo, cuyos padres enfermaron por Covid-19 durante un viaje a Perú.

Su padre murió y su madre fue retornada el lunes pasado a México y hospitalizada en Mérida, Yucatán.

“Lo que no entiende la gente es que si le da Covid-19 a un familiar no lo podrá cuidar, no podrá vigilarlo y le van a entregar el cuerpo hecho cenizas.

Hay que tener mucho cuidado, es un enemigo invisible, perdí a mi padre, y a mi madre la tengo en el hospital”, cuenta Alonso.

Los profesores jubilados Isaías Gabriel Rodríguez y Rivero y Ethel del Carmen Trujillo viajaron el 8 de marzo a Perú, junto con otras 23 personas.

A unos días de su llegada, Isaías, de 76 años, comenzó con molestias y fiebre.
Al pedir apoyo médico, la pareja fue aislada en habitaciones distintas en el Hotel ‘Tierra Vida’, en la ciudad de Cusco.

Sin vigilancia médica, el hombre comenzó a tener afectaciones respiratorias y murió el 23 de marzo.

Ethel, de 79 años, fue traída a México en un vuelo humanitario e internada en el ISSSTE de Mérida, donde la reportaron delicada de salud.

A México regresaron también las 23 personas que iban en el viaje, todas puestas en cuarentena.

“Mi mamá buscó la manera de contactar un (médico) externo, llamó a una ambulancia y se fueron al hospital donde estaban los (enfermos) de Covid-19, (pero) cuando llegó mi papá tenía deficiencia respiratoria”, señala.

Para Alonso, sus padres -quienes organizaban viajes entre fieles de la parroquia católica ‘El Divino redentor’ de la Colonia Pensiones de Mérida- pudieron haberse contagiado entre la gente o con mobiliario contaminado.

Y es que en Perú, así como en México, a principios del mes pasado se veía al coronavirus como un problema lejano, asegura.

Los viajes que organizaban sus padres a países como Israel, Italia, España y Colombia, detalla, eran para recaudar dinero para la parroquia.

“Gente jubilada era la que iba a los viajes, maestros pensionados, gente que buscaba vestigios religiosos en diferentes lugares”, cuenta.

A 12 días de la defunción de su padre, refiere que sus dos hermanos y él sólo recibieron cenizas y no pudieron hacer ningún velorio por la emergencia sanitaria.

“Mi papá haz de cuenta que se esfumó de la faz de la Tierra. Cristianamente no hemos podido darle sepultura por la pandemia, será hasta que pase todo esto.

“Ahora nos importa mi mamá”, menciona.

Alonso agradeció a las autoridades por el traslado de su madre a México.

Con información de El Imparcial