Destino de Donald Trump está en el Senado

Los cargos para el juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegaron al Senado -con una mayoría republicana-, donde sus legisladores decidirán el futuro del mandatario.

La Cámara de Representantes aprobó de manera dividida enviar a la Cámara Alta los artículos que acusan a Trump de los delitos de abuso de poder y obstrucción del Congreso, con los que los senadores dictaminarán si el presidente tendrá que dejar su cargo o no.

Tras 28 días desde la aprobación de las acusaciones, Trump enfrentará a un equipo de fiscales designados por los Representantes que ya tienen un historial de desencuentros con el presidente.

Entre los nombres figuran dos: Adam Schiff y Jerry Nadler, funcionarios que tienen experiencia con los ‘impeachments’ -el del expresidente Bill Clinton (1993-2001)-, quienes supondrán notorias complicaciones para los senadores republicanos comandados por Mitch McConnell.

Ambos políticos han sido objetos de burla y apodos por parte del presidente, sin embargo, la notoriedad de ambos salió a relucir -de manera reciente- al inicio de las investigaciones del caso Ucrania.

En el caso particular de Schiff, su fama se disparó por su papel en la investigación de los demócratas, rol que incitó el enojo de Trump, como ocurre con todos su adversarios.

Por su parte, Nadler ya había intentado previamente llevar a juicio político a Trump por la trama rusa.

Cabe recalcar que además de ellos dos, en el texto en el que se entregaron los cargos en contra del presidente Trump también se reconoce como fiscales a Hakeem Jeffries, Zoe Lofgren, Val Demings, Jason Crow y Silvia García.

Mientras tanto, el Senado estadounidense dejará de ser una cámara legislativa para convertirse en un tribunal, donde están previstas sesiones de seis días por semana en los que los legisladores estarán obligados a estar incomunicados dentro de la sala.

Con información de El Siglo de Torreón