‘No nos toquen y no los tocamos’… la reunión secreta de policías y miembros del Cártel Jalisco NG en Edomex

Los directores de policía de varios municipios del Estado de México habrían sostenido reuniones con integrantes del crimen organizado, reveló el columnista Héctor de Mauleón.

En su espacio en el diario El Universal, el periodista aseguró que un reporte de inteligencia del gobierno de dicha entidad detalla los encuentros en restaurantes de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con directores de al menos cinco zonas del estado.

El reporte detalla que fueron varias reuniones entre emisarios de la organización transnacional y jefes regionales de Amecameca, Tultitlán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Zumpango.

Al parecer hubo varios llamados -dependiendo de la zona-, y fue un comisario el que organizó todas las reuniones y avisó al resto de sus colegas.

¿El motivo de los encuentros secretos? Una especie de tregua al viejo estilo mafioso. “Ustedes no se meten con nosotros, y nosotros no nos metemos con ustedes”.

En Tecámac, cuatro directores de seguridad pasaron por el cargo en nueve meses y alegaban “razones familiares” al momento de la renuncia. Incluso la alcaldesa de la localidad comenzó a recibir amenazas de muerte.

En tanto que se desconoce si el jefe de la policía de Valle de Chalco acudió al llamado del CJNG, pero su alcalde, Francisco Tenorio, murió al ser atacado a balazos por un “conocido tirador de drogas” que opera en la región, afirmó el fiscal estatal Alejandro Gómez.

 

La reunión secreta de policías y narcos

Por: Héctor De Mauleón​

Varios comisarios de Seguridad Tránsito del Estado de México fueron convocados en enero pasado a reunirse con operadores del crimen organizado, según un reporte de inteligencia del gobierno estatal. Los encuentros entre los funcionarios y presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación se llevaron a cabo en restaurantes.

El reporte consultado por el columnista señala que los comisarios fueron reunidos por regiones. A los diferentes llamados asistieron directores de la zona de Amecameca (compuesta por 13 municipios), Tultitlán (cuatro municipios), Cuautitlán Izcallli (tres municipios), Ecatepec (integrada por dos municipios) y Zumpango (cinco municipios).

Estas reuniones fueron presuntamente organizadas por uno de los comisarios de seguridad, que se encargó de transmitir la invitación a sus colegas. Los criminales pidieron a los funcionarios que no interfirieran en sus actividades y se concentraran en la delincuencia común. A cambio, ni ellos ni sus hombres serían tocados.

El reporte sostiene que solo uno de los comisarios reportó el hecho a su presidente municipal. Según la versión que le ofreció, no hubo ofrecimiento de dinero: solo la propuesta de que “cada quién se fuera por su lado”. “No nos toquen y no los tocamos”.

El reporte no especifica qué directores asistieron a estas juntas. Por esos días fue cesado el comisario de Tecámac, quien “no contó con los exámenes de control de confianza” y solo permaneció 23 días en el cargo. Tras la llegada del nuevo director, dos policías municipales fueron asesinados en los Héroes Tecámac mientras cenaban en un puesto de tamales: los agresores estacionaron su vehículo a unos metros del anafre, se acercaron a los oficiales y abrieron fuego. Más tarde se supo que en el doble homicidio estuvieron involucrados agentes municipales al servicio de la mafia.

En solo nueve meses, cuatro directores de seguridad estuvieron al frente de la policía en Tecámac. Al separarse del cargo, algunos alegaron “razones familiares”. De manera simultánea, la alcaldesa Mariela Gutiérrez comenzó a recibir amenazas de muerte. En febrero, en una manta firmada por un tal “Comandante Catrina” se le exigió la liberación, “antes de 24 horas”, de un grupo de criminales internados en el penal de Chiconautla. El supuesto comandante anunció que su gente iba “a empezar a matar a todos los policías del municipio”.

Nuevas amenazas contra la alcaldesa se repitieron en marzo. A mediados de ese mes, Salvador Alejandro Sánchez, expolicía conocido como El Comandante Catrina, principal operador del crimen organizado en aquel municipio, fue masacrado al lado de su esposa (también expolicía). En agosto aparecieron nuevas amenazas de muerte contra Mariela Gutiérrez, firmadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Un  mes más tarde, el fiscal regional de Tecámac y dos de sus escoltas fueron baleados en un restaurante de mariscos situado en la carretera Pachuca-México. A mediados de octubre, otro oficial fue asesinado en calles del municipio frente a sus hijas de 5, 6 y 8 años.

Valle de Chalco forma parte de una de las regiones (Amecameca) cuyos comisarios, según el documento de inteligencia, fueron convocados a reunirse con los supuestos operadores del Cártel Jalisco.

Aunque no se sabe si el director de este municipio atendió el llamado, el 28 de octubre pasado el alcalde Francisco Fernando Tenorio fue herido en la cabeza por un joven que previamente había cruzado palabras con él durante una gira. Según el fiscal del estado, Alejandro Gómez, el homicida se halla vinculado con “un conocido tirador de drogas que opera en Valle de Chalco”.

¿Cuántos comisarios cedieron en enero a las exigencias del crimen organizado? Según los trabajos de inteligencia, el hecho de que la mayor parte de ellos no haya informado a sus superiores envía señales tremendas: habla, como en Culiacán, de regiones enteras tomadas por grupos criminales dedicados al secuestro, la extorsión, el narcomenudeo y el robo de vehículos de carga. Regiones enteras en las que la policía local está mirando hacia otro lado. Zonas en las que los ciudadanos se han quedado solos.

Hay otra mala noticia. La estrategia descrita en el reporte no es exclusiva del Edomex: directores de seguridad de varias alcaldías de la Ciudad de México ya han sido abordados por representantes de grupos criminales. Muchos alcaldes lo saben. Y han preferido guardar silencio: aquí también estamos solos.

Con información de Vanguardia