Doña se niega a vender cerveza a sicarios; la levantan junto a su familia en Acapulco

Guerrero.-La madrugada del 14 de octubre, la septuagenaria Honoria Rendón Ríos, se negó a abrir la puerta para vender cerveza a un grupo de personas armadas que le gritaban desde afuera de su casa, donde también tiene su tienda.

Fue entonces que el grupo ingresó con violencia al lugar, ubicado en la Colonia Simón Bolívar, una de las más violentas del puerto.

De la tienda de abarrotes se llevaron cervezas y provocaron destrozos, de la casa se llevaron a doña Honoria, de 70 años de edad; a su hija Adriana Gutiérrez Rendón, de 38 años, y a sus tres nietos: René, de 11; Pedro, de 16, e  Hiram Josué, de 19 años.

Desde entonces, familiares y amigos han convocado a manifestaciones para exigir su aparición con vida.

Acusan dilación de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la activación de los protocolos de búsqueda.

La Fiscalía no activó los protocolos de búsqueda a tiempo. Se activó la alerta Amber para los menores de edad y hasta después la alerta Alfa para los adultos, pero hasta ahora no existen resultados para la localización de los cinco desaparecidos”, asegura uno de los familiares que pidió el anonimato.

“Aquí en Acapulco ya no se puede vivir”, lamenta en entrevista.

Cuenta que existen testigos de que a la familia se la llevaron tres hombres y una mujer.

“Nadie les abrió porque estaban dormidos. Eso fue el enojo de los delincuentes y, como Honoria se negó a venderles, se metieron a la fuerza”, señala.

Aparte de que se llevaron a los cinco integrantes de la familia, dice, les robaron sus teléfonos celulares, una computadora, una licuadora, además de las cervezas.

Un día después, refiere, uno de los secuestradores ocupó el teléfono celular de una de las víctimas y le habló a un familiar que vive en Oaxaca para decirle que “no la hicieran de tos”, que ellos los tenían y que estaban vivos.

Otro de los familiares dio a conocer que en la primera reunión que sostuvieron con el Fiscal de Guerrero, Jorge Zuriel de los Santos, le hicieron saber de esa llamada telefónica.

Sin embargo, critica, sólo nos pidió que aguantáramos, pero han pasado los días, y la situación no ha cambiado.

Ante la inacción de las autoridades en el caso, familiares se manifestaron el 24 de octubre en el bulevar de Las Naciones, frente a las oficinas de la Promotora Turística de Acapulco (Protur) donde despacha el Gobernador Héctor Astudillo.

“Es solo un niño de 11 años, sus familiares y amigos lo seguimos esperando”. Los niños son sagrados”, se leía en una pancarta.

En la protesta, dirigida también a la Alcaldesa Adela Román, participaron estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), quienes se unieron al reclamo de que se entregue con vida a la familia. El viernes 25, Astudillo los recibió.

Al final de la reunión, Pablo Ávila, abuelo de uno de los menores secuestrados, dijo desalentado: “Nos dijeron que hay avances, y que hay que esperar. Lo que queremos es que aparezcan vivos, creemos que sí lo están”.

Refirió que el Gobernador les externó que estaba muy preocupado y que tenía mucha presión por parte del Gobierno federal para resolver el caso, y que por ello había designado a dos vicefiscales en las investigaciones.

Sin embargo, hasta ahora no hay respuesta y los delincuentes no se han comunicado nuevamente.
Los dos menores son estudiantes de secundaria, y el mayor es alumno de la Facultad de Contaduría en la Uagro.