“Sol” logró salvarse de lo que pudo haber sido una violación al abordar un taxi en calles de la alcaldía Álvaro Obregón. Con su historia espera poder ayudar a otras mujeres a defenderse.
Cuento esta historia para que las mujeres vean que pueden pelear, eran dos traían pistola, traían un inmovilizador eléctrico, pero pude pelear y pude mantenerme a salvo.
La joven abordó un taxi en la zona de la colonia San Ángel, Álvaro Obregón y mientras el vehículo circulaba sobre Periférico, un hombre salió por el asiento trasero de la cajuela.
Fue en 2006, en Plaza Inn, él toma Periférico y es ahí cuando sale un tipo por atrás y me apunta con una pistola y me dice ya valiste, agáchate y haste hacia la izquierda”, detalla la joven.
Sin embargo, la actitud de “Sol” fue clave para mantener su vida a salvo.
Me asusto muchísimo porque me puso la pistola en la cara y yo le decía que sí me iba a mover pero la verdad nunca lo pensé hacer, intenté abrir la puerta del otro lado, pero en ese momento se cayó la moldura y me di cuenta que estaba bloqueada y entonces abrí la puerta por donde me subí, esa todavía estaba abriera, me agarre muy fuerte de la orilla de la puerta y en eso el hombre ya estaba tratando de cruzarse hacia mí, pero en tiró la pistola en mis piernas y la agarré y la arroje, porque estaba la puerta abierta.
La joven asegura que al momento de agarrar la pistola pudo darse cuenta que no era real, pues no pesaba, sin embargo, el sujeto traía una segunda arma.
“Entonces sacó un como para hacer descargas eléctricas y me lo puso en el brazo, vi la descarga y empecé a sentir caliente en el cuerpo. La descarga también le dio a él porque estaba muy cerca de mí”.
“Le gritaba al chofer que se detuviera y que le ayudara, pero el otro le decía que no podía porque venían los coches muy pegados, sin embargo, en un momento el tipo se frenó, empezó a bajar la velocidad y en ese momento me salí”.
“Se desesperó porque yo pelee era de agáchate y hazte para allá, pero pensé si me agacho, me pongo en total indefensión y no lo voy a hacer”, explicó “Sol”.
“Me pasó por la cabeza que no me podían matar aquí en Periférico y pude ver que estaba ahí, porque no me agaché, si me hubiera agachado hubiera perdido la noción de en qué lugar estaba”.
“Yo como pude salir de eso fue verme ya no como víctima y ver que si peleé y que gané a los dos, aunque lo tenían preparado, no pudieron conmigo, al menos no conmigo”.
De acuerdo con Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas A. C., la violencia sexual es un uso de poder en contra de alguien que no se puede defender.
Generalmente en la sociedad, es a quien no se pude defender a quien de repente le agarran fuera de su centro, es cuando suceden algunas situaciones como violencia sexual, pero a la personas no se les educan contra eso”.
Con información de Excélsior
