Desde su creación, en 2013, el Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED), “ha logrado ciertos avances”, pero aún tiene “bastantes rezagos” en materia de transparencia y rendición de cuentas, sobre todo en los datos relativos a los docentes que laboran en el Sistema Educativo, su formación y trayectoria, así como las plantillas del personal.
Así lo señaló Marisol Vázquez Cuevas, profesora asociada del Programa Interdisciplinario sobre Políticas y Prácticas Educativas del CIDE, en la presentación del “Diagnóstico de los avances y rezagos del SIGED”, al que convocó el presidente de la Comisión de Educación, Juan Carlos Romero Hicks, en colaboración con el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Al presentar el documento, la académica sostuvo que también está pendiente la publicación de los lineamientos para el funcionamiento de este Sistema de Información.
Recordó que el artículo décimo tercero transitorio de la Ley General del Servicio Profesional Docente plantea que un lapso de dos años, el SIGED debe contar –al menos– con la información de los docentes que laboran en el Sistema Educativo, su formación y trayectoria, y las plantillas del personal, pero esta fecha se cumplió en agosto de 2015.
Señaló que las entidades federativas no han brindado la información en tiempo y forma sobre la nómina de personal educativo contratado a nivel estatal, por lo que es necesario revisar la Ley General de Educación para plantear sanciones.
En su intervención, el presidente de la Comisión de Educación, Juan Carlos Romero Hicks, destacó que la información debe servir para tomar decisiones, pero en algunos casos los estados no han compartidos sus datos.
Consideró que más que sanciones se necesitan los “estímulos” necesarios para que se cumpla con este objetivo de manera adecuada.
Jorge Quiroz Téllez, director general del SIGED, reconoció que aún hay retos importantes para facilitar el acceso a la información, a través de herramientas de autoservicio para la sociedad, investigadores y quienes participan en el Sistema Educativo, pero la información existe en la plataforma.
Refirió que hay más de ocho mil 500 millones de registros de información histórica de diferentes elementos y perspectivas; reconoció que mucha de esta información carece de un elemento de oportunidad.
“Sé que hay retos importantes en el sentido de abrir la información, sin embargo, creo que hay mucha información disponible que, desde nuestra perspectiva, cumple con los mandatos de que esté integrada en el SIGED como se planteó en los plazos”, expresó.
Joel Salas Suárez, comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, consideró que este diagnóstico muestra que la reforma educativa “no se ha implementado cabalmente”.
Recordó que el SIGED se planteó como una herramienta para poder vigilar cómo se designan las plazas de los maestros, los sueldos e incentivos económicos que pueden recibir por su buen o mal desempeño y para conocer cómo se encuentra la infraestructura de las escuelas que no sólo son de utilidad para académicos sino para los padres de familia y los niños.
“No todos los datos ni toda la información se encuentra en formatos de datos abiertos para que pueda ser reutilizada y explotada por organizaciones como Mexicanos Primero y hay estados que todavía no han consolidado sus sistemas de información que les permitan entregar datos de calidad”, sostuvo.
Blanca Heredia, coordinadora del Programa Interdisciplinario sobre Políticas y Prácticas Educativas del CIDE, aseveró que el síntoma más grave del estado que guarda el Sistema Educativo Nacional es no saber cuántos maestros hay en educación básica.
Hizo un llamado a la Cámara de Senadores para exhorte a la Secretaría de Educación Pública, a que entregue un reporte sobre el Sistema de Información y Gestión Educativa.