El fiscal general del Estado, César Jáuregui Moreno, tuvo un resbalón durante una atención a medios de comunicación en el municipio de Meoqui, en donde fue cuestionado por la situación que se vive en la sierra, sobretodo en las comunidades aledañas a Urique.
Don Jáuregui, se refirió al líder criminal José Noriel Portillo Gil, como “el señor Chueco”, a quien buscan desde el pasado mes de junio del 2022 por el asesinato de los sacerdotes jesuitas.
Esto fue interpretado de forma negativa por algunos miembros de la prensa, sobre todo por esos afines a Morena.
Por cierto, la situación surge debido a que narcos de Bahuichivo, acusan a elementos de la Agencia Estatal de Investigación, de haber metido las manos para el asesinato del presidente seccional, a los que el fiscal general, sólo respondió calificando como falsas acusaciones contra los agentes.
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El diputado Oscar Castrejón Rivas, no deja de gritar y vociferar cosas en contra del gobierno de Maru Campos; lanza consignas, señalamientos, incluso en algunos actos poco caballerosos, la ha tildado de corrupta.
El asunto no sorprende, pues es parte de su chamba como legislador de oposición, y aunque a veces se pasa de la raya y toca lo absurdo e irrespetuoso, el verdadero problema no es ese.
La incongruencia se da siempre que Oscar Castrejón, se encuentra de frente con personajes como Maru Campos, Marco Bonilla, Luis Serrato, César Jáuregui o Mario Vázquez, pues les extiende el saludo y casi se arrodilla en señal de idolatría, como si nada pasara.
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La magistrada presidente del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández Acosta, se quebró totalmente durante el homenaje de cuerpo presente del magistrado Rafa Quintana.
A la presidente del Poder Judicial se le pudo observar verdaderamente destrozada, incluso casi impedida para ofrecer algunas palabras.
Y es que Rafa Quintana no sólo fue su mentor y su amigo por muchos años, sino que la apadrinó tras bambalinas para llegar a la presidencia del TSJ. Descanse en Paz, Rafael Quintana.
