A casi un año de la condena al DJ Jorge Martinez Poch por abuso sexual de sus hijas y de su ex pareja, el Tribunal de Casación bonaerense ratificó ayer la pena de 37 años de prisión que le habían aplicado. Es la máxima que permitía la ley para su caso.
La pena es por el abuso sexual gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad de su ex pareja Vanessa Rial. También por la corrupción de menores y el abuso sexual gravemente ultrajante de sus dos hijas, las que quedaron a su cargo en 2002 tras la muerte de su esposa, cuando las nenas tenían 7 y 8 años.
Según lo publicado en el diario El Día, los jueces de la sala III de Casación –Ricardo Borinsky, Víctor Violini y Daniel Carral– analizaron la causa y confirmaron la condena planteada en 2016. La fiscal del caso, Florencia Budiño, celebró la decisión de los magistrados.
En septiembre de 2013, Martínez Poch Mantuvo cautiva en su departamento de la PLata a Vanessa Rial, donde la sometió a múltiples abusos sexuales, golpes y le proporcionó narcóticos. Se habían conocido en un bar de La Plata, dos meses atrás, y esa misma noche él le pidió que se quedara a vivir en su casa. Ella es abogada y él era ingeniero de sonido.
Vanessa lo había denunciado seis veces y en seis lugares distintos, pero nadie la escuchó. Cuando el hombre fue detenido, aparecieron otras mujeres que contaron sus propios calvarios. Días después de que el caso tomó estado público, las hijas de Martínez Poch –ya con 14 y 15 años– se presentaron ante la Justicia y contaron las cosas que vivieron luego de la muerte de su madre, cuando eran dos nenas.
