La secretaria de la Comisión de Seguridad Pública, diputada María Cristina Teresa García Bravo (PRD), plantea solicitar a la Secretaría Comunicaciones y Transportes (SCT) que realice una campaña de educación, prevención y difusión vial en materia de seguridad para niñas y niños menores de edad cuando son transportados en motocicletas.
En México, la mortalidad entre ciclistas, peatones y motociclistas alcanza el 60 por ciento del total de defunciones por accidentes de tránsito. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, los motociclistas constituyeron el 23 por ciento de los 1.4 millones de personas que reportaron haber sufrido un accidente vial sin consecuencias fatales en el país.
En un punto de acuerdo que presentará en la Comisión Permanente, puntualiza que los motociclistas están expuestos a un gran riesgo en caso de colisión en las vías de tránsito, en particular el de sufrir un traumatismo craneoencefálico. Un análisis llegó a la conclusión de que los cascos reducen este riesgo aproximadamente en un 69 por ciento, y el de defunción, un 42 por ciento.
Además, un estudio sobre accidentes de motocicleta en México del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra), de la Secretaría de Salud, señala que una de las principales razones por la cual los motociclistas mueren, es porque el vehículo por sí mismo no brinda una protección en caso de accidente de tráfico.
Una motocicleta, en comparación con los automóviles, carece de características que contribuyan directamente a la seguridad del ocupante. El uso del casco previene lesiones mortales en un 37 por ciento.
García Bravo menciona que actualmente existen muy pocas medidas de seguridad vial para los motociclistas y no son considerados dentro del grupo de usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas) para desarrollo de infraestructura segura, diseño de vialidades y campañas.
La reglamentación de tránsito de la Ciudad de México, que entró en vigor el 15 de diciembre de 2015, le da prioridad a los peatones, ciclistas, usuarios y prestadores del servicio de transporte público y de carga “antes que a los motociclistas y usuarios de autos particulares”.
La educación, argumenta, es la base de muchas otras estrategias, como la legislación y promoción de los dispositivos de seguridad. “La educación de los peatones en materia de seguridad puede mejorar los conocimientos de niñas y niños y cambiar el comportamiento que tienen a la hora de cruzar las vías públicas”, aseguró.
En el documento, la diputada del PRD resaltó que las vías públicas siempre han sido lugares peligrosos para las y los menores de edad. El aumento rápido del tránsito y la adopción de nuevos sistemas de transporte en el mundo, han hecho que la solución a este problema sea especialmente urgente.
Indicó que el Informe sobre prevención de las lesiones en los niños y niñas, elaborado por la OMS y el UNICEF, señala que las lesiones en los menores constituyen un problema de salud pública cada vez mayor en el mundo.
Los diversos tipos de lesiones no intencionales son las principales causas de defunción entre niños y niñas. Los traumatismos producto de un accidente de tránsito son el principal motivo de defunción entre los 15 y 19 años, y la segunda entre los 10 y 14 años.
Aparte de las defunciones, decenas de millones de niños sufren lesiones no mortales que precisan atención hospitalaria. Muchos sufren algún tipo de discapacidad, a menudo con consecuencias de por vida. Las de topo craneoencefálico son las más frecuentes, y potencialmente las más graves; las de menores consecuencias son cortes y hematomas.
Sin embargo, las lesiones no intencionales más comunes que requieren el ingreso hospitalario en las niñas y los niños menores de 15 años, son las fracturas en brazos y piernas.
Precisa que en la mayoría de los países de ingresos bajos, los peatones, ciclistas, vehículos, animales y autobuses comparten el mismo espacio vial. Hay que responder a las necesidades encontradas de los vehículos no motorizados y motorizados, recurriendo para ello a diversas formas de gestión del tránsito, incluida la separación de los diferentes tipos de usuarios de la vía pública.