Los Warriors de Golden State volvieron a recibir otra noticia devastadora al confirmarse el desgarro del tendón de Aquiles de la pierna derecha que sufre su escolta estrella Klay Thompson y que le costará ser baja por segundo año consecutivo en la competición de liga.
El equipo informó que Thompson, tras lesionarse el miércoles mientras se entrenaba con otros jugadores en el sur de California, fue sometido ayer por la mañana a un examen de resonancia magnética que confirmó la gravedad de la lesión.
Aunque el equipo también informó que su recuperación será completa y pueda volver a la competición en la temporada 2021-22 después de haberse perdido dos consecutivas por causa de las graves lesiones que ha sufrido.
Thompson estaba jugando con varios profesionales de la NBA en Los Ángeles y sintió dolor en el área de la pantorrilla cuando aterrizó sobre su pierna, sin que hubiese tenido fuerte con ninguno de ellos.
El gerente general de los Warriors, Bob Myers, había informado el miércoles por la noche que se esperaba que Steve Kerr, entrenador del equipo, y los miembros del personal de entrenamiento de los Warriors volaran a Los Ángeles para acompañar a Thompson durante los exámenes médicos.
graves son las que ha
acumulado el jugador clave
de los Guerreros de Golden State.
Thompson, de 30 años, se perdió toda la temporada pasada luego de romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda durante el Juego 6 de las Finales de la NBA de 2019 que perdieron contra los Raptors de Toronto.
Los Warriors se mostraron optimistas de que Thompson, quien ha pasado más de un año rehabilitando la lesión, regresaría con toda su fuerza para la temporada 2020-21.
Ahora, a 12 días de comenzar de nuevo los entrenamientos de cara a la temporada del 2020-21, los Warriors, que la pasada noche seleccionaron con el número dos al pívot James Wiseman, tendrán que pensar en como cubren la baja de Thompson, un jugador clave en su esquema ofensivo, junto con el base Stephen Curry.
RESPIRAN KNICKS
La reconstrucción llegó a los Knicks de Nueva York después de dar a conocer la baja de seis jugadores y eliminar 40 millones de dólares en contratos que afectaban a su tope salarial.
La acción de los Knicks confirma la grave crisis por la que atraviesa toda la NBA en salarios que tras la pandemia del coronavirus se han convertido en prohibitivos para los dueños de la mayoría de las franquicias.
Con información de El Siglo de Torreón
