Llegó el coronavirus a Uruguay, Guatemala, Venezuela y Puerto Rico

Venezuela enfrenta una profunda crisis sanitaria: ningún hospital público opera en condiciones normales por la falta de agua, medicinas, fallas de equipos médicos y merma de personal.

CARACAS.- La vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez indicó el viernes en la televisora estatal que había dos casos en el estado de Miranda: una mujer de 41 años y un hombre de 52, cuyas identidades no reveló, que llegaron el 5 y 8 de marzo en vuelos de Iberia. La mujer estuvo en Estados Unidos, Italia y España, mientras que el hombre visitó España. Ambos están aislados.

Rodríguez anunció la suspensión de las actividades escolares en todo el país a partir del lunes y solicitó a las personas mayores de 70 años tratar de quedarse en casa. El uso de mascarillas será obligatorio en el metro y los trenes de Caracas, añadió.

Por la noche, el mandatario Nicolás Maduro acordó declarar “estado de alarma” constitucional con el fin de facultar a las autoridades para tomar “decisiones drásticas” ante la pandemia. Asimismo, indicó que se suspendió la recepción de comensales en los restaurantes, los cuales sólo podrán vender alimentos para llevar.

Venezuela enfrenta una profunda crisis sanitaria: ningún hospital público opera en condiciones normales por la falta de agua, medicinas, fallas de equipos médicos y merma de personal.

Horas después, el presidente Alejandro Giammattei confirmó en conferencia de prensa el primer caso en Guatemala: un guatemalteco de nombre Gerber Estuardo Cano que llegó el miércoles de Italia. Fue enviado a un hospital y su familia está siendo examinada.

Posteriormente, el mandatario anunció el aislamiento por 15 días de un grupo de periodistas debido a que entraron al hospital donde está el paciente.

Por la noche informó que Guatemala prohibirá el ingreso de estadounidenses y canadienses a partir del lunes, aunque sí podrán ingresar guatemaltecos que hayan estado en esos países. Tampoco pueden entrar personas de Corea del Sur, China, Japón, España, Francia, Inglaterra e Irán.

A estos anuncios siguió Uruguay: el Ministerio de Salud confirmó los primeros cuatro casos en Twitter. Dijo que llegaron de Italia entre el 3 y el 6 de marzo y que todos están estables en su domicilio.

Por la noche, Puerto Rico confirmó los primeros tres casos positivos de COVID-19 luego de días de especulación. En conferencia de prensa, la gobernadora Wanda Vázquez los anunció, así como el cierre del sistema escolar público por 14 días.

Luego de decir que está inconforme con su trabajo, Vázquez anunció que aceptó la renuncia del secretario del Departamento de Salud, Rafael Rodríguez.

Se prohibió el ingreso de todos los cruceros y del ferry que llega al oeste desde la República Dominicana.

“Las cosas que hasta hoy nos parecían normales ya no lo son. Como puertorriqueños es importante y es mi prioridad que esta situación no se propague”, afirmó la gobernadora. “Por lo tanto, es momento de tomar decisiones más concluyentes para controlar la propagación de este virus”.

En Argentina, donde hay 31 infectados, un hombre de 61 años que estuvo en el exterior murió en la ciudad de Resistencia, convirtiéndose en el segundo fallecido en el país. Estaba internado en un centro privado desde el lunes. La primera víctima en Argentina fue un hombre de 64 años que viajó a Francia y presentaba patologías previas. Murió seis días atrás en Buenos Aires.

En Perú, el Ministerio de Salud confirmó 38 infectados, un incremento de 16 nuevos casos en sólo 24 horas. La mayoría se encuentran en Lima, donde un sacerdote católico está grave en un hospital. Los otros están en las regiones de Arequipa, Ica, Huánuco y en la joya turística del país: la ciudad de Cusco.

Desde Ecuador, donde hay 23 contagios, la ministra de Salud Catalina Andramuño confirmó que la primera contagiada falleció. Era una mujer de 61 años, residente en España y que arribó el 14 de febrero. Días después se sintió mal y fue internada. La mujer propagó la enfermedad en la ciudad de Guayaquil y en la población de Babahoyo tras reunirse con familiares.

En Chile, con 43 contagios y un colegio privado en cuarentena por presentar dos casos, el presidente Sebastián Piñera anunció por la noche que quedan prohibidos todos los eventos públicos con más de 500 personas. Agregó que enviará un proyecto de ley urgente al Congreso para autorizar que el sector privado permita el trabajo desde casa. También dispuso que los servicios de salud públicos de todo el país ofrezcan exámenes gratuitos para detectar la presencia del virus.

El 80% de los chilenos se atienden en el sistema de salud pública.

Por su parte, el presidente salvadoreño Nayib Bukele ordenó alerta roja en todo el territorio y pidió al titular de la Asamblea Legislativa que convoque al pleno para decretar el estado de excepción y la suspensión de las garantías constitucionales. Esto podría negar a toda persona la entrada o salida del país, restringiría el libre tránsito, suspendería el derecho de reunión y autorizaría a Bukele a usar la fuerza armada para mantener la paz.

Hasta el jueves en El Salvador había unas 350 personas en cuarentena localizadas en dos albergues. El gobierno ha incautado varios hoteles para que allí se alojen las personas que deben permanecer en aislamiento.

Colombia actualizó sus cifras e informó de siete nuevos casos. Primero se habló de cuatro mujeres que estuvieron en Italia y España, y horas después de tres personas más que llegaron de los mismos lugares, con lo que suman 16 en total.

En Bolivia, el ministro de Salud, Aníbal Cruz, reportó por la noche siete contagios más, lo que da un total de 10.

“Esta situación nos lleva a informar que Bolivia está en el escenario de transmisión local, como estaba previsto”, afirmó.

Entre las siete personas a las que se les detectó el virus, seis están en la región altiplánica de Oruro y una en el departamento de Cochabamba. Todas contrajeron la enfermedad por contacto con sus familiares.

La víspera el gobierno anunció el cierre temporal de escuelas, universidades e institutos, canceló los vuelos desde y hacia Europa, impuso controles en las fronteras y prohibió las reuniones públicas de más de 1.000 personas.

Más temprano, las autoridades bolivianas de Santa Cruz acudieron a la policía para internar a un contagiado en un hospital público luego de que los trabajadores sanitarios intentaron bloquear su ingreso.

Vecinos del pueblo de Warnes, cerca de Santa Cruz, cortaron una carretera para impedir que una escuela militar sea usada para albergar a enfermos.

“Nuestros hijos corren peligro. Hay 20 barrios cerca y tenemos guarderías”, dijo una mujer que no dio a conocer su nombre en las puertas del Hospital Japonés en Santa Cruz.

En Brasil, un crucero con más de 600 personas a bordo se mantiene aislado, atracado en el puerto de Recife en el noreste del país, luego de que dos pasajeros presentaran síntomas compatibles con el COVID-19.

Más tarde se informó que los contagios llegaron a 98 y que hay más de 1.400 casos sospechosos. El Ministerio de Salud comunicó que quedaron suspendidos todos los cruceros en la costa.

Se determinó que Río de Janeiro y Sao Paulo son las primeras ciudades con “transmisión comunitaria”, es decir, que no se puede rastrear el origen del virus. Ambas alcaldías suspendieron las clases y prohibieron los eventos que impliquen aglomeraciones.

En México, el gobierno informó en conferencia de prensa el viernes por la noche que los casos confirmados en el país subieron de 15 a 26, mientras que Panamá anunció nueve casos más, con lo que ahora suma 36. Entre los contagiados figuran dos alemanes y un venezolano, dijo la ministra de Salud panameña Rosario Turner.

Las autoridades de Aeronáutica Civil presentes en la rueda de prensa anunciaron la suspensión temporal de vuelos desde Panamá hacia países de Europa, pero no mencionaron cuáles. Horas antes, el presidente Laurentino Cortizo decretó el estado de emergencia nacional para agilizar compras y servicios y enfrentar al COVID-19.

En todo el mundo 137.000 personas se han infectado y más de 5.000 han fallecido, pero la mitad de los que alguna vez tuvieron el virus se han recuperado. La mayoría de los enfermos presenta síntomas leves como fiebre o tos, pero para las personas mayores o que tienen otros problemas de salud pueden ser peores, incluso neumonía.

Con información de El Imparcial.