“Maté a más de 300 y mandé matar a otros 300″… los narcos más sanguinarios de la historia

En los últimos 20 años, la guerra contra el narcotráfico convirtió a México en un ring de pelea entre grupos del crimen organizado.

Con el objetivo de mantener el poder en el tráfico de drogas, los cárteles formaban sanguinarios equipos de sicarios para luchar con grupos rivales.

Dentro de este mundo, la violencia y la crueldad están a la orden del día, ser asesino u ordenar matanzas es sinónimo de liderazgo, por lo que quienes anhelan con ser los manda más dejan de lado los escrúpulos y los sentimentalismos para así convertirse en máquinas de matar.

Estos son los narcotraficantes más sanguinarios de la historia: 

1. Heriberto Lazcano “El Lazca”

Es conocido como el jefe del cártel de Los Zetas desde sus orígenes.

Las autoridades lo catalogaron como un capo que es proclive a la violencia y la traición, pues ha sido autor intelectual y material de cientos de asesinatos.

Desde joven fue gatillero de decenas de homicidios entre bandos de traficantes rivales, enfrentamientos con policías. Es culpado por el asesinato del periodista Francisco Ortiz Franco, coeditor del semanario Zeta, a quien mataron en 2004. 

2. Óscar Osvaldo García Montoya, “El Compayito

El mundo de la criminalidad es uno de esos temas que nos fascina al mismo tiempo que nos aterra, pues las historias de estas personas que obtienen el poder mediante la violencia tienen la habilidad de atraparnos por lo increíble de los relatos.

El 11 de agosto de 2011, uno de los más temidos líderes de una organización criminal de los últimos años fue atrapado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) poniendo fin a un capítulo muy oscuro en la historia de la entidad.

Óscar Oswaldo García Montoya, apodado ‘El Compayito’ dirigió una de las organizaciones más sanguinarias de los últimos tiempos conocida como ‘La Mano con Ojos’, la cual azotó a los mexiquenses con sus aterradores crímenes.

El 11 de agosto la unidad especial, conocida como ‘G60’, logró asegurar a ‘El Compayito’, quien, luego de ser capturado, se adjudicó el asesinato de más de 600 personas y declaró que tenía la intención de matar al procurador de la entidad.

Asimismo, García Montoya declaró que le llamaban ‘El Compayito’ como una manera de ‘llamar la atención’, de generar una distracción para que la banda pudiera operar bajo un concepto que intimidara a sus enemigos.

Actualmente, Óscar Oswaldo García Montoya se encuentra encerrado en el Penal del Altiplano.

3. Flavio Méndez Santiago “El Amarillo”

Este sanguinario fundador de los Zeta se encuentra en la lista de los 37 líderes criminales más peligrosos de México, la cual fue publicada en 2009 por el Diario Oficial de la Federación.

Tiene fama de ser letal en los combates con grupos criminales, por lo que se le atribuye la muerte de 27 personas en Guatemala.

La Procuraduría General de la República ofrecía una recompensa de 15 millones de pesos a quien diera información para facilitar su captura. 

4. Miguel Ángel Treviño, ‘El Z-40’

El Z-40 nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas en 1973, cuenta con 13 hermanos y de acuerdo a información de la Agencia Antidrogas Estadounidense, la DEA, sólo su mamá está viva y cuenta con 74 años de edad. Sus padres y sus hermanos vivieron por varios años en Dallas, Texas. Fue ahí que logró contactarse con la pandilla de Los Tejas, banda dedicada al robo de autos, venta de drogas y enlace con el cártel del Golfo.

Treviño no tuvo una carrera militar en el Ejército, a él lo reclutó Osiel Cárdenas Guillen cuando era uno de sus principales mensajeros. Su principal virtud ahí fue hablar inglés, situación que ayudó a Osiel a sus negocios en los Estados Unidos.

Con la creación deLos Zetas, Osiel decide designar a Miguel Ángel Treviño como mano derecha de Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca, y así se convirtió en el principal testigo de cómo se conformó la organización.

Treviño Morales era considerado entre sus compañeros, y por las propias autoridades, como uno de los zetas más violentos, pues él fue uno de los que inició a la organización en la práctica de “guisar al enemigo”, que consiste en torturar a sus adversarios en un contenedor con aceite.

Se le detuvo en dos ocasiones, una en 2013 y la otra en 2017. Luego de ésta última fue recluido en el penal de Ciudad Juárez.

5. Edgar Huerta Montiel “El Wache”

Este hombre declaró haber cometido más de 600 asesinatos. Fue presunto coordinador del crimen contra más de 70 migrantes en San Fernando, Tamaulipas. Fue integrante de Los Zetas.

Édgar Huerta Montiel, el Wache, presunto coordinador del secuestro y posterior asesinato de 72 migrantes centro y sudamericanos en San Fernando, quiso expiar sus pecados al convertirse en un “santo” entre narcotraficantes.

Ante una cámara de video de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), el lugarteniente del grupo delictivo de Los Zetas en aquel municipio del norteño estado de Tamaulipas, confesó que antes de su detención realizó un viaje a La Habana, Cuba, para realizar un ritual de santería cubana.

“¿Y crees que te sirvió?”, cuestiona en el video una voz distorsionada. “No”, contesta afligido el joven de 22 años, originario de La Huacana, en el céntrico estado de Michoacán.

Huerta Montiel fue arrestado la semana pasada en Fresnillo, Zacatecas, en el occidente del país. Fue soldado durante un año y se integró a las filas del crimen organizado en 2008, cuando trabajó como informante para Los Zetas en la ciudad de Morelia.

6. “El Chapo” Guzmán

La lista no podría estar completa sin Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa quien aunque ha negado haber matado personas con sus propias manos, según autoridades estadounidenses, sus víctimas se cuentan en cientos de manera directa o indirectamente.

El nivel de crueldad y sadismo utilizado por el Cártel de Sinaloa es equiparable con los métodos de tortura del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Así lo aseguró Joshua Fruth, un oficial estadounidense especializado en inteligencia militar que fue entrevistado por el portal Fox News.

“Hace un par de años, los ciudadanos de todo el mundo estaban completamente conmocionados por las decapitaciones y los asesinatos  perpetrados por el Estado Islámico (ISIS). Esto me tomó por sorpresa, ya que las mismas tácticas han sido utilizadas por el Cártel de Sinaloa desde hace algún tiempo”, expresó.

Uno de los métodos empleados por la organización de Joaquín El Chapo Guzmán incluía inyecciones de adrenalina. El objetivo era acrecentar la sensación de dolor durante torturas que eran prolongadas el mayor tiempo posible.

Los químicos suministrados servían para afectar el sistema nervioso central y así poder mejorar la respuesta al dolor. “Estas tácticas fueron aplicadas con mujeres y niños que pertenecían a las familias de las organizaciones rivales”, detalló Frtuh.

Algunos rumores indicaron que la motosierra era el instrumento favorito del Chapo para liquidar a sus rivales.

 

Con información de La Opinión y La Silla Rota