7 formas sencillas de ayudar al planeta… ¡y a los animales!

Ahora que ya sabes cuál es el costo medioambiental que tiene la comida, especialmente la carne y los lácteos, piensa en que un gran porcentaje de esa comida termina en la basura

Reduce tu consumo de carne roja y lácteos

La carne roja es la que más impacto medioambiental tiene para el planeta. Recordemos que los animales que criados para convertirse en comida, también comen y beben agua. Para obtener 1 caloría de carne de vaca, se necesitan cerca de 9 calorías de alimentos vegetales. Es decir se necesita más energía y por gramo de proteína,se requiere 20 veces más tierra y se emite 20 veces más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que la producción de proteínas vegetales como frijoles, guisantes y lentejas, pues, como ya sabemos, las vacas y los borregos son los que producen más metano. Además el estiércol de cerdo contamina de forma dramática los mantos fríaticos, es decir el agua y el suelo, y también el aire. A esto hay que agregar el consumo de agua que es de 16,000 litros por kilo de carne de vaca, equivalente a 245 baños. ¡Y un litro de leche necesita 1000 litros de agua para producirse!

Reduce tu consumo de carne blanca

Es muy común que después de escuchar que reducir el consumo de carne roja, escuchemos que mejor comamos carne blanca. ¡Antes de hacerlo lee lo siguiente!

Los pollos se encuentran hacinados en naves donde sus residuos se acumulan haciendo inservible el suelo donde se encuentran por la cantidad amonio en sus deposiciones. Al igual que el resto de los animales necesitan agua y comida para crecer. Si bien el impacto de la carne de pollo es menor que el de la carne roja, si es mucho mayor que el de la mayoría de las proteínas vegetales y disminuir su consumo tiene un costo altísimo en sufrimiento y crueldad animal dado que implica la muerte de muchísimos animales: para producir la misma cantidad de carne que se obtiene de una sola vaca son necesarios ¡200 pollos!

De los peces, ni hablar. Los océanos están siendo devastados por la pesca. Anualmente se pescan tantos peces como galaxias se cree que hay en el universo. Y es que la pesca industrial no discrimina, arrasa con todo a su paso, sin importar si son animales comestibles o no, tortugas, delfines, tiburones, medusas y peces, muchos millones de peces. Tan pronto como en 2050 podríamos tener océanos con poblaciones brutalmente afectadas y todos sus ecosistemas destruidos por completo. Los peces y mariscos criados en piscifactorías tienen aún más impacto que la pesca.

En resumen, reducir tu consumo de carne de vacas, borregos, cabras y cerdos no ayudará tanto si la sustituyes por carne de pollos, gallinas o peces. ¡Haz que tu impacto sea importante, saca la carne de tu alimentación y reemplázala con vegetales y semillas!

Cocina cantidades de comida bien pensadas

Ahora que ya sabes cuál es el costo medioambiental que tiene la comida, especialmente la carne y los lácteos, piensa en que un gran porcentaje de esa comida termina en la basura. Es decir, todo el costo que le significa a la vida de los animales y el planeta, al final se desperdicia.

La opulencia tradicionalmente se ha asociado con el derroche. Grandes mesas llenas de comida para que “mejor sobre que falte”. Debemos cambiar este concepto y empezar a reconocer que cada vez que tiramos “las sobras” estamos gastando recursos innecesarios, y al planeta no le sobra agua, ni le sobra tierra ni le sobra oxígeno. Recuerda que cada platillo que comes cuesta y cuesta mucho, mucho más que lo que el dinero puede pagar: cuesta la vida del planeta.

Cocina pensando en eso, elige las recetas de acuerdo a lo que ya tienes en el refrigerador y que es posible que se venza o estropee más pronto. Sirve en platos pequeños para que se vean más llenos y monta tú la comida en los platos, para que no suceda lo que pasa en los bufetes, que la gente se sirve de acuerdo a su antojo, no a su hambre o su consumo normal. Si te sobra un poco, piensa en integrar lo que sobró en la siguiente comida. No tires comida, cada pedazo de carne o lácteos implicó sufrimiento, y al final la vida de un animal.

Evita los productos con aceite de palma

Cada vez se sabe más sobre el impacto del consumo de aceite de palma, tanto para la salud, como para los animales y el planeta. Su producción ha implicado una cantidad de CO2 emitida y una deforestación impresionantes, que si bien no se compara con la deforestación para el cultivo de comida y pastoreo de los animales que mencionamos en los dos puntos anteriores, si es de gravedad. Muchos animales están perdiendo sus hogares por ello. Es por eso que cada vez más marcas incluyen en sus etiquetas la procedencia de su aceite o grasa vegetal. Incluso muchos ya mencionan que no usan aceite de palma directamente en el envase. Si podemos elegir entre un producto sin aceite de palma, ¿por qué no hacerlo? Los animales y el planeta te agradecerán esta sencilla elección.

Compra tus vegetales y semillas a granel y lleva tus propios envases

En México ya arrancó el proyecto para disminuir las bolsas de plástico, lo cual es un gran avance. Sin embargo, todavía muchos productos vienen empaquetados individualmente dentro de empaques plásticos, especialmente las verduras en el supermercado. Si decides comprar tus vegetales y semillas a granel, evitarás todo ese consumo de plástico, que además en su mayoría no sirve para nada después. Además, en mi experiencia personal, en los lugares donde venden semillas a granel es dónde he encontrado más sustitutos para la carne que se menciona en el punto 1 y 2. Por ejemplo, chícharos deshidratados que puedes usar en esta deliciosa y sostenible receta de Love Veg México.

Elige frutas y verduras de temporada y locales

Transportar y conservar las frutas y verduras es uno de los impactos de comer vegetales. La verdad, es mínimo a comparación de comer carne y beber lácteos, pero si ya vas a comprar tus vegetales a granel como mencionamos en el punto anterior, lo más probable es que visites un mercado o una verdulería. Los productos de temporada suelen ser más económicos y más sabrosos. Así que si es temporada de tunas, pues hagamos recetas con tunas y usemos más las verduras locales, como los nopales que son 100% mexicanos y súper saludables. Te prometo que te permitirá descubrir sabores y texturas nuevas, todo ayudando al medio ambiente. Aquí una receta con nopales para tu próxima comida.

Si trabajas en empresa con comedor, solicita opciones sostenibles

Las empresas cada vez tienen más metas a lograr para contribuir a la acción climática y muchas de ellas no han pensado en que tu elección en el comedor es la más potente acción. Entonces, para aquellos que comen en los comedores empresariales disminuir su consumo de carnes y lácteos a veces requiere que lleven su propia comida. Nuestras empresas suelen tratar de darnos una cantidad de proteína adecuada para la salud y, desgraciadamente, al pactar con los comedores esas cantidades, pocas veces han tomado en cuenta su impacto medioambiental y la posibilidad de usar también proteínas de origen vegetal que tiene mucho menor costo climático y que incluso más saludables que las animales.

Hace poco tuve la fortuna de conocer y trabajar con Alianza Alimentaria, una asociación civil que apoya a las empresas para hacer este tipo de adecuaciones y permitirle a sus empleados ser actores del cambio en donde sus acciones impactan de mayor forma: en sus comidas. Al ser una asociación civil, su asesoría no tiene costo y es súper amigable con las acciones que ya tengan las compañías. Estoy segura que tu empresa tiene algún canal para sugerir ideas para contrarrestar el calentamiento global, úsalas para pedir opciones sostenibles en el comedor, ¡es probable que tu sugerencia sea la mejor de la década!

*Coordinadora de Comunicaciones México de Igualdad Animal

Lo aquí expuesto es opinión del autor y no refleja la postura editorial de este medio

Con información de Infobae.