Necesario un protocolo zoosanitario para diversificar la exportación y frenar el ingreso ilegal de ganado

CDMX.- El presidente de la Comisión de Ganadería, diputado Eduardo Ron Ramos (MC), destacó la importancia de que México diseñe un protocolo sanitario para exportar ganado a diferentes países, como Tailandia, con el propósito de diversificar los mercados.

Además, revisar el ingreso ilegal de reses provenientes de Centroamérica por la frontera sur, porque existen muchas irregularidades en la importación de ese ganado que afecta a los productores mexicanos y establecer medidas sanitarias para garantizar la inocuidad.

En reunión con ganaderos del sureste, propuso crear un grupo de trabajo para dar seguimiento y atender estos problemas con la participación de los integrantes de la comisión, productores y diputados de Veracruz, con el objetivo de coadyuvar con el gobierno federal, a encontrar una solución.

Aseguró que la comisión “no ve colores partidarios ni políticos, sino lo mejor para los ganaderos y se compromete a trabajar conjuntamente por el sector que evite su deterioro”.

Previó reuniones con los titulares de las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, de Economía y de Relaciones Exteriores, así como del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y de la Coordinación General de Ganadería, para entablar un diálogo productivo en beneficio del sector.

Al plantear la problemática del sector, del Congreso de Veracruz, el diputado Juan Carlos Molina Palacios (PRI) urgió a establecer protocolos sanitarios en México, para vender directamente ganado a otros países, a fin de diversificar los mercados de exportación y no depender de Estados Unidos, y aprovechar las oportunidades de colocarlo en Tailandia y Colombia.

“Es urgente que hagamos nuestros propios protocolos, sobre todo porque México se ubica entre los cinco primeros lugares de naciones que reúnen todos los requisitos sanitarios. Tenemos todo para vender directamente ganado a cualquier otro mercado”, como Colombia y Tailandia, éste requiere cinco mil cabezas, y que no se pueden exportar por la falta de ese protocolo que evitaría hacerlo a través de Estados Unidos.

Denunció el ingreso ilegal de más de un millón de reses al mercado nacional por la frontera sur, afectando la economía de los pequeños ganaderos de Chiapas, Veracruz, Tabasco y Campeche, integrantes del sector social que sólo son propietarios de hasta 35 cabezas, cuya reducción en la rentabilidad los coloca en grave riesgo de desaparecer por los altos costos de producción.

El daño a la ganadería mexicana se calcula en más de 10 mil millones de pesos al año. Consideró este tema como de seguridad nacional, porque dependen de esta actividad miles de familias.

Explicó que “convierten en legal este ganado, en el momento que pasa la franja fronteriza con papeles en orden y certificados sanitarios, aún cuando carecen de una regulación. Es imposible que no se vea a un millón de animales cruzando el río”.

Consideró esta problemática muy delicada porque no hay garantía de que ese ganado esté libre de enfermedades y es un grave riesgo para las reses mexicanas. Pidió prohibir el ingreso y establecer regulaciones estrictas. Aclaró que no se oponen a la importación proveniente de Centroamérica, siempre y cuando cumpla con los requisitos sanitarios que rigen en nuestro país.