Comunidades autóctonas son las más discriminadas y olvidadas

Durante su participación en tribuna para conmemorar el 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la niña Guadalupe Flores Zepeda, hablante de náhuatl, expresó que las comunidades autóctonas son las más discriminadas y olvidadas.

“Algún día se darán cuenta de las injusticias que cometen cuando tengan una visión más allá de las cejas de su frente; entonces comprenderán y se darán cuenta que los grupos étnicos son parte de la riqueza cultural del país”, añadió.

Mencionó que el término indio es una palabra que deriva de un error, de la equivocación de aquellos hombres blancos que llegaron a esta tierra bendita; es producto de la equivocación de aquellos hombres hambrientos que no sabían ni qué suelo pisaban y creyeron haber llegado a la India.

“Indígena sí; indígena sí lo soy porque hablo una lengua vernácula y por pertenecer a una cultura autóctona; ésta sí que es una palabra muy bella y me enorgullezco de formar parte de ella porque engloba mi origen, mis raíces y toda mi cultura”, abundó.

Flores Zepeda dijo ser descendiente de Cuitláhuac, Moctezuma y Cuauhtémoc. “Sé que soy descendiente de hombres valientes que lucharon para defender la pureza de su raza, que lucharon, cual si fueran fieras, defendiendo siempre su honor y sus tierras, que prefirieron la muerte antes de verlas en manos ajenas”.

Cuestionó: quiénes son, de dónde vienen y a dónde van. “Ustedes son el producto del mestizaje en el país, de las violaciones y tratos salvajes que los extranjeros dieron a nuestras mujeres, y aun así ríen y gritan a los cuatro vientos diciendo que corre la pureza por sus venas, sin saber que han llegado a este mundo sin amor. Piensan que por intentar hablar el idioma español y por tener la piel blanca ya son extranjeros”.

Les pidió no olvidar que “gracias a nosotros tienen grandes puestos en la política administrativa del país; que gracias a nosotros se da el progreso; que gracias a los indígenas ustedes se alimentan diariamente porque somos los que labramos las tierras y extraemos de sus entrañas sus sagrados alimentos, y aun así somos los más discriminados y olvidados”.