Urge evitar la competencia desleal de empresas farmacéuticas trasnacionales con la venta y distribución de medicinas en el país

Urge reformar la Ley General de Salud para establecer precios justos a los medicamentos en beneficio de la población en general y así evitar la enorme competencia desleal que generan las 14 empresas trasnacionales productoras y distribuidoras de medicinas en el país, quienes imponen costos elevadísimos a sus productos en contra de quienes más los necesitan, señaló el senador Patricio Martínez García.

Al presentar ante el pleno la Iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar el artículo 31 de la referida Ley, el senador del Grupo Parlamentario del PRI expuso que los monopolios que algunas empresas farmacéuticas generan con los derechos de propiedad intelectual inhiben la competencia real en el mercado de medicamentos.

Señaló que en una investigación realizada por la organización Ojo Público, titulada “The Big Farma Project”, evidencia que los medicamentos en México llegan a tener precios hasta tres veces más elevados que en el resto de América Latina, destacándose los utilizados en tratamientos contra el cáncer, el VIH Sida y la diabetes.

El problema radica, dijo, en que el gobierno no ha logrado establecer verdaderos contrapesos a los abusos salvajes de las farmacéuticas, quienes justificando las inversiones en investigación para al desarrollo de patentes imponen precios extremadamente elevados en consideración a los existentes por el mismo medicamento en otros países.

El poder farmacéutico sobre los precios tiene varias formas, incluyendo medidas de control de los medicamentos disponibles en cada país conforme a lo que resulte más rentable para su negocio, agregó.

En la investigación citada se mencionan ejemplos como el caso de los tratamientos contra la leucemia que pueden tener un costo de 1,005 pesos al mes, pero que las farmacéuticas llegan a vender en casi 484,000 pesos en México.

Se menciona también, como un ejemplo de competencia desleal, el caso de Merck Sharp & Dohme (MSD), cuando la trasnacional logró que el retroviral Atripla entrara al mercado mexicano cuatro años tarde, en 2010, para provocar que las instituciones de salud le compraran Efavirenz, Emtricitabina y Tenofovir por separado, los cuales combina Atripla por un cuarto del precio total, por lo que llegó a ser una de las medicinas más caras de América Latina.

“Invito a mis 127 colegas en el Senado para que se intervenga de inmediato y de manera contundente en la corrección de ésta grave desviación, que se convierte en una fábrica de pobreza en la medida que se acepta el abusivo acrecentamiento de la riqueza de unas cuantas empresas, a expensas del usuario y los impuestos de los mexicanos”, exhortó el senador Patricio Martínez García.

La Iniciativa fue turnada para dictamen a las comisiones Unidas de Salud, de Comercio y Fomento Industrial, y de Estudios Legislativos.