En las instalaciones del Colegio de Arquitectos de Chihuahua, el delegado del INAH en Chihuahua, Jorge Carrera Robles, ofreció una plática sobre el quehacer de esta institución creada en 1939 a iniciativa de Lázaro Cárdenas, donde resaltó la importancia de sumarse a las tareas de conservación y restauración de nuestro patrimonio edificado.
Ante un nutrido auditorio del gremio de arquitectos, Carrera Robles insistió sobre la importancia de las labores sustantivas que desempeña el INAH en el día a día. Así, expuso la tarea permanente en materia de investigación en áreas del conocimiento como la arqueología, historia, antropología física y social, etnohistoria y lingüística. De igual modo subrayó el quehacer de arquitectos y conservadores en materia de monumentos históricos y arqueológicos, tanto muebles como inmuebles.
Por otro lado comentó que el INAH en Chihuahua tiene 34 años de actividad ininterrumpida. Hoy en día atiende cinco zonas arqueológicas abiertas al público: Paquimé y Cueva de la Olla, en el municipio de Casas Grandes, y, Las 40 Casas, Huápoca y Cueva Grande, municipio de Madera. Asimismo, los museos de Paquimé y MUREF (Museo de la Revolución en la Frontera) en Ciudad Juárez, cuentan entre ambos con una asistencia anual superior a 140 mil personas.
En materia de protección técnica y legal del patrimonio, la delegación del INAH en Chihuahua cuenta con personal especializado en arqueología, historia, arquitectura, bienes históricos muebles y antropología jurídica. A través de la Ventanilla Única, se realizan los trámites de asesoría y dictamen correspondientes, como la autorización para intervenir edificaciones consideradas monumentos históricos, entre muchos otros.
Por último, señaló que como acciones complementarias año con año llevan a cabo el Taller de Arquitectura de Tierra (TICRAT), el Festival Sol de Acantilados, el Festival en las Casas Grandes, Hablemos del Camino Real de Tierra Adentro, y el Taller de Periodismo y Patrimonio Cultural.