Buscan disminuir violencia y generar relaciones equitativas en adolescentes indígenas

Continúa impartiéndose el Taller “Amores Chidos” a un aproximado de 15 adolescentes indígenas varones que viven en el asentamiento Rarámuri El Oasis.

Este taller forma parte de “Napawika Nochaba” (Trabajando juntas y juntos), programa interinstitucional en el que participan la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi), en coordinación con el Departamento de Inclusión Social y la Unidad de Atención Psicosocial de la Secretaría de Desarrollo Social Chihuahua, y el Instituto Chihuahuense de la Juventud.

Es impartido por Silvia Valenzuela Gutiérrez, de la Unidad de Atención Psicosocial de la Secretaría de Desarrollo Social, quien comenta que el taller tiene cuatro ejes centrales a tratar: Perspectiva de género; Relaciones interpersonales entre las y los adolescentes; Definición de violencia; y Alternativas y propuestas para disminuir esta vivencia.

Este taller se realiza una vez por semana en un espacio facilitado por la Mediateca Municipal de Chihuahua, proyectado a finalizar en los últimos días de marzo.

Durante las dinámicas, aprendizaje y reflexiones, los jóvenes han identificado el significado de desigualdad y poder, así como la vulnerabilidad y abuso de poder que viven ellos y las mujeres del asentamiento.

Además, se busca disminuir la violencia, haciendo consciencia de la toma de decisiones sobre una mejor manera de convivencia, para buscar relaciones más equitativas.

Son 145 adolescentes quienes viven en este asentamiento, con edades de entre 10 y 21 años, y alrededor del 70% desertaron de la escuela, pues el estudio no es una manera de concretar sus proyectos de vida. Además, tampoco tienen acceso al trabajo, a una vivienda digna, ni a servicios de recreación.

Antes de iniciar con el taller “Amores chidos”, la Unidad de Acompañamiento Psicosocial, realizó intervenciones en el asentamiento, a través del deporte, grupos de reflexión y visitas a la mediateca.

Posteriormente, se consideró pertinente realizar el taller, y los mismos adolescentes y jóvenes decidieron acercarse, invitando ellos mismos a más jóvenes a asistir.

De la misma manera, la Unidad continúa trabajando dentro del asentamiento, con grupos de reflexión para mujeres, tanto madres, como mujeres solteras y familiares de los jóvenes asistentes al taller.