A un año de su administración, le recetan cierre de gobierno a Trump

El Senado de los Estados Unidos no alcanzó un acuerdo para otorgar una cuarta prórroga temporal a los presupuestos federales, lo cual provocó un “cierre” del gobierno, justo a tiempo para conmemorar el primer aniversario de Donald Trump en la Casa Blanca.

El partido del Presidente (que controla ambas cámaras en el Congreso) no logró mantener con oxígeno al gobierno, pues no alcanzó los 60 votos necesarios en el Senado, además de que no lograron convencer a una decena de demócratas que eran necesarios, para concluir la crisis presupuestaria.

Sara Sanders, portavoz de Trump, declaró tras esta decisión que no negociarán “el estatus de migrantes indocumentados mientras los demócratas tienen como rehenes a ciudadanos legales por sus demandas insensatas. Ésta es la conducta de perdedores obstruccionistas, no de legisladores”.

La falta de una legislación que evite la deportación de los llamados “dreamers”, ha sido una de las principales razones por las que los demócratas se negaron a aprobar un presupuesto temporal, pues a pesar de que existía un compromiso de que se generaría una solución que evitara la deportación de miles de inmigrantes, todo se ha quedado en promesas y buenas intenciones hasta ahora, por parte del bando republicano.

A la oposición se unieron tres republicanos que comulgan con la causa dreamer, además de uno libertario que opina que el país está siendo puesto en una situación económica deplorable.

Pero también existen cinco demócratas (provenientes de estados conservadores), que aprovecharon para desmarcarse de la victoria de su partido y alinearse con Trump.

Con el cierre de gobierno, el 40 por ciento de los trabajadores federales (más de 800 mil) recibirán una licencia temporal para que dejen de ir a sus puestos laborales, mientras que diversas agencias dejarán de operar y únicamente se mantendrán vigentes servicios esenciales, lo cual provocará pérdidas de alrededor de 12 mil millones de dólares a la semana.

Los republicanos culpan a los demócratas del problema, acusando que han puesto a los dreamers por encima de los propios trabajadores estadounidenses, mientras que ellos señalan que la culpa es de los conservadores, por negarse a realizar un cambio de fondo en el tema migratorio.

Cabe mencionar, que el último cierre de gobierno ocurrió en 2013 y tuvo una duración de 16 días, provocando enormes pérdidas.

A las afueras del Capitolio, decenas de dreamers acampan tratando de presionar a los legisladores demócratas para que no cedan y usen esta negativa de fondear al gobierno, para urgir a los republicanos a que se encuentre una solución.

Fue así como Trump tuvo que cancelar su fiesta de primer aniversario como Presidente en su resort de Florida, mientras su credibilidad como supuesto maestro de las negociaciones, se ha esfumado por completo.

Con información de El Universal