Necesario un nuevo modelo de movilidad urbano; el actual está rebasado

El modelo de movilidad urbano en México está rebasado, las políticas públicas y los recursos que se invierten no han logrado la accesibilidad y sustentabilidad; se invierte mucho tiempo en traslado, se merma la productividad del país y calidad de vida de las personas.

Afirmó lo anterior la diputada Verónica Delgadillo García (MC), secretaria de la Mesa Directiva, durante el panel “Movilidad Urbana” en el que participaron expertos en la materia y activistas.

Se tiene que resignificar la movilidad y entenderla como un medio para acceder a los derechos fundamentales de salud y trabajo, y debe haber un marco y un cambio de paradigma, pues consideró que el recurso para movilidad se utiliza en privilegiar a un segmento pequeño de la población que cuenta con automóvil, en lugar de construir ciudades más humanas.

“Necesitamos en este presupuesto tener umbrales más altos, pero sobre todo sensibilidad y entender que movilidad es algo más complejo e impacta en la vida de las personas”.

Es importante rediseñar las ciudades porque, sin duda, están diseñadas más para el uso de automóviles, lo que genera altos índices de contaminación y favorece a la crisis climática que se vive tanto en el país como en el mundo.

México, expresó, no ha cumplido los compromisos internacionales sobre cambio climático porque existe gran dependencia por los combustibles fósiles y esto, sin duda, entorpece la transición a fuentes de energía renovable.

Prevalece una economía que promueve cada vez más el uso del automóvil, ya que se desarrollan políticas públicas que lo incentivan; “incluso, a nivel social se ha visto cómo el tener vehículo es algo aspiracional, se ha construido esa idea, de que todo mundo quiere tener un vehículo en lugar de voltear al transporte público”.

Es necesaria la participación de la sociedad para que exija a los gobernantes y no aplauda las obras de movilidad que no sirven para nada. “Requerimos trabajar directamente con los políticos, con los que toman las decisiones para que cambien su paradigma de movilidad”, aseguró Delgadillo García.

“Vamos a seguir empujando medidas legislativas, no está por demás abrir diálogos con gobiernos que quieran avanzar y apuesten al paradigma de prioridades de movilidad”.

Oscar Ruiz Priego del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), expresó que las políticas públicas implementadas en movilidad no están reduciendo la congestión vial ni el tiempo en los traslados.

Consideró que para tener un transporte urbano competitivo se requiere dar prioridad al transporte público. La inversión en infraestructura está centrada en el vehículo privado, esto ha provocado que las opciones del transporte público motorizado estén saturadas y sean inseguras.

El transporte público es el medio de transporte para la mayoría de los capitalinos; sin embargo, la inversión está centrada en el transporte privado.

Quitar el impuesto a la tenencia vehicular “fue un gran error”, porque éste es benéfico, progresivo y fácil de capturar por la cantidad de trámites y candados asociados a su pago. Agregó que el impuesto vehicular se puede utilizar para incentivar la compra de vehículos con mejor tecnología y transporte público.

“El hecho de haber quitado la tenencia, está asociado al enorme crecimiento del parque vehicular, porque al suprimirlo generó que el automóvil fuera más barato e incrementara el parque vehicular”, añadió.

En su oportunidad, Gonzalo Peón, director para México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) –organización no gubernamental creada en Estados Unidos-, presentó un diagnóstico sobre movilidad urbana que identifica las medidas necesarias para fortalecer esta área con recursos federales.

Los montos ejercidos provenientes de fondos federales destinados a movilidad en 2011 fueron cerca de 30 mil millones de pesos, y en 2016 se destinaron 20 mil millones. Existe una tendencia a la baja en la inversión en movilidad; en términos reales se redujo 12 por ciento.

Agregó que el transporte público recibe solo 3 por ciento de recursos, a pesar de que realiza 45 por ciento de viajes a áreas de trabajo y 32 por ciento a la escuela, mientras que se destina 79 por ciento de recursos presupuestarios para automóvil de uso privado. “Esta cifra es importante de destacar porque muestra que realmente se está poniendo el dinero en el bolsillo equivocado”.

Gonzalo Peón consideró que las medidas de austeridad han afectado la inversión en Movilidad Urbana Sustentable (MUS); sin embargo, es más crítico que se invierta en proyectos con mayores beneficios sociales.

Además, la tendencia de inversión observada refuerza la dependencia en el automóvil, que es inequitativa e insostenible; con la inversión se está generando más tráfico, inequidad y mayor daño al medio ambiente, anotó.

Puntualizó que el Fondo Metropolitano continúa como el instrumento de mayor importancia para financiar proyectos movilidad y MUS, por lo que confió en que el presupuesto para este ámbito se incremente.